Alba Sanz/Aviación Digital, Sp.- La empresa aeronáutica Boeing ha vuelto a suspender la entrega de los 787 Dreamliner debido a un problema de documentación con un componente del fuselaje. Tal y como ha anunciado la propia compañía, el problema deriva de un error de análisis por parte de un proveedor «en relación con la sección de presión de la parte delantera del 787″.
Tras descubrir el problema en los documentos de certificación proporcionados a la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, Boeing notificó al regulador el fallo.
A pesar de que la producción del Dreamliner continúa, Boeing se encuentra trabajando para resolver el problema, aunque esto no ha afectado al objetivo de producir y entregar los Dreamliner para este año 2023, tal y como afirma la compañía.
Sin embargo, la FFA ha señalado que las entregas no se reanudarán hasta que se haya conseguido solucionar el problema. Y es que, Boeing no ha entregado un 787 desde el pasado 26 de enero, según datos recogidos por Ascend by Cirium.
Tal y como informa la FFA «estamos trabajando con Boeing para determinar cualquier acción que pueda ser necesaria para los aviones entregados recientemente».
Este problema no es el único que ha notificado el 787 Dreamliner desde su producción. Defectos de fabricación en las secciones del fuselaje de fibra de carbono, además de en las alas y en la cola del 787 son problemas que también se han notificado anteriormente aunque no suponen en sí mismo «un riesgo para la seguridad aérea». Lo que sí que puede generar estos fallos es el envejecimiento prematuro de la estructura del avión.
Asimismo, también se ha detallado sobre algunos problemas relacionados con los pequeños espacios fuera de tolerancia que se han descubierto en toda la estructura del avión como en las uniones de las grandes secciones del fuselaje, en un mamparo de presión hacia adelante y en la estructura que rodea las puertas de pasajeros y carga.
