Guadalajara, SP, 12 de abril de 2013.- "Privilegiados", "sediciosos", "ladrones", "secuestradores"…. son términos que han venido definiendo desde los públicos púlpitos a los profesionales del sector aéreo en España. Cuando los de la casta política ahora ven ahora sus propias "barbas" quemar, con la presencia de ciudadanos a la puerta de sus domicilios, tras la sonrisa inicial, y la racional desprobación, no podemos por menos recordar las escenas humanas vividas, y los dramas personales que algunos colectivos vivieron a instancias e instigados desde el propio Ministerio de Fomento y AENA. El peso del Gobierno de la nación sobre ellos, se desató sin miramiento alguno. Los medios cómplices y los silenciosos cobardes, en una tibia actitud cómplice. Ese era el escenario cuando la fuerza de las armas irrumpió en torres y centros de control de toda España…
Ahora el escrache se ha apoderado incluso del Congreso de los Diputados en la tarde de ayer. Ciudadanos mayoritariamente de respetable edad, han sido engañados, y los ahorros de toda una vida se han ido a los bolsillos de los de siempre. Eso sí, sin responsabilidad alguna por parte de las entidades públicas y privadas que han propiciado el expolio de estos cientos de miles de ciudadanos.
El debate social se establece en unos términos que preocupan. El uso de la violencia de tipo verbal en el ejercicio del derecho de reunión ante los domicilios de los cómplices de esta situación, o el recurso cuatrienal de las urnas.
La gran mentira radica en el miedo. El miedo a de golpe y plumazo borrar del mapa mediante el imperio del voto a todos estos cómplices necesarios de esta situación. PPSOE deberían ser las siglas a eliminar sin más dilación reduciéndoles a grupos marginales mediante el voto. El continuismo de políticas y "actitudes", que diría la ministra Pastor, en el sector aéreo español, tiene su acreditación más evidente en sus nombramientos como tal. No redundaremos en quiénes son, pero agazapados entre los muros del edificio estalinista del Paseo de la Castellana nº67, viven, y muy bien, los verdaderos responsables de un sistema aeronáutico quebrado, afectando ya a los otros modos de transporte. Fundamentalmente en el aéreo, materia que nos ocupa en este medio, desde el punto de vista de la seguridad-safety, los mismos personajes han sido incapaces de desviar la tendencia, como demuestran las cifras in cresccendo de incidentes aéreos, y los resultados económicos de una inasumible deuda, por ejemplo en AENA, que no hace retroceder un ápice en la voluntad privatizadora que está profundizando este desastre ahora se erigen en solución a un problema del que ellos han sido cómplices necesarios. Con la bendición ministerial. Es la denominada "Quinta del corcho", como me decía un experimentado compañero, que se les denominaba, por su capacidad de salir a flote a pesar de los cambios en el ministerio durante décadas. "Su capacidad se circunscribe exclusivamente a mantenerse en su puesto, no a la gestión que en él desempeña" sentenciaba.
Si focalizamos la responsabilidad en los dos partidos en los que durante décadas se ha sostenido un sistema aéreo peligroso y antieconómico, tenemos como resultado que ese escrache que ahora los políticos sufren y se quejan en carnes propias, cuando han olvidado aquel que hicieron a los controladores, a los pilotos y a todo bicho viviente en el sector con esos lindos calificativos amplificados en los medios cómplices de esta situación, se les vuelve en su contra.
Miedo ninguno debe tener el ciudadano, cuando la certeza indica que tantos unos como otros, PP y PSOE, cuando han dirigido los designios de la aviación en España han seguido una hoja de ruta absolutamente igual. Es más, han servido a los intereses de las poderosas compañías aéreas, y algún día nos sorprenderemos de que los sobres no sólo estaban circulando en la sede de algún partido. Tambien lo podrían haber estado haciendo en la de algún Ministerio. Estos del "Corcho" simplemente deben desaparecer por el imperio de las urnas de la faz del sector. Y con ellos, todos los agazapados que duermen el sueño de los cobardes dentro de esos muros en forma de Ministerio.
El escrache a los medios lo sufrimos en carne propia. Pero hoy no queremos dejar pasar el día sobre el que están sufriendo, por ejemplo, blogueros a ambos extremos de nuestro país, concretamente en Galicia y Cataluña, simplemente por opinar, ejercer su libertad expresión, por aquellos a los que alguien debería preguntar con rotundidad ¿dónde fueron a parar, cómo y porqué, los 15.000 millones de AENA?, ¿o es que van a declarar ilegal tambien preguntar por lo que es de todos…? Hay más que serios indicios de la utilización de fondos públicos en estos procesos de utilización coactiva de los Tribunales, cuando los que instan estas demandas disparan con pólvora de rey, en una demostración de ruindad punitiva increíble. Si además estuvieran utilizando los fondos o medios públicos para localizar, investigar, seguir a estos ciudadanos/as, entonces la baraja estaría efectivamente rota. ¿Es esto un escrache institucional?
Y finalmente, otra pregunta, ¿no es un escrache institucional poner un detective para que investigue al director de un medio de comunicación?. Si es la práctica habitual, entonces quizás sea demasiado tarde que venza la Legislatura, y podamos concurrir a las urnas, pues toda la paciencia tiene un límite. Y la paciencia de la masa, cuando llega a su punto de ignición, no hay quien la pare… sobre todo si se siente indefensa frente al poder del Estado.
