Ha dimitido el President de la Generalitat de Valencia. Es una noticia que ya está en todos los noticiarios y que poco añade si la cuento por aquí. Pero hay un detalle que, para los que vivimos los asuntos de Defensa, nos parece una coincidencia inquietante. Cuando Francisco Camps anuncia ante los medios de comunicación que se marcha, en un rincón (visible) está Federico Trillo. Sí, el que fue Ministro de Defensa en tiempos de José María Aznar. No hay desastre nacional que no tenga como actor principal a Federico Trillo. Este Trillo me empieza a dar miedo. (Luís Solana/VEGA MEDIA PRESS)
Igual ya os habeis olvidado muchos, pero Trillo fue el Ministro de Defensa que engañó a españoles doloridos cuando un avión se estrelló cerca de Trebisonda (Turquía). Nada menos que 62 militares españoles se dejaron la vida en en accidente aéreo en el vuelo UKM 4230. Todos los que nos identificamos con los asuntos de Seguridad, Defensa y Fuerzas Armadas de España jamás nos olvidaremos de esa tragedia.
El Ministro de Defensa en ese momento dramático era Federico Trillo.
Hace unos minutos he podido ver en la TV la comparecencia del President de la Generalitat valenciana para contarnos que dimite: y muy cerca estaba Federico Trillo.
Los familiares de los militares muertos en el YAK-42 saben de la habilidad de Federico Trillo para acelerar funerales y mezclar restos. Esta tarde se está enterando el pobre Camps de la habilidad de Trillo para modificar situaciones incómodas para el poder. ¿Qué poder? El que sea: el de Federico Trillo, por ejemplo.
Nunca he dejado de pensar en las familias de aquel desgraciado avión YAK-42. Nunca dejaré de pensar en la dimisión esta tarde del Presidente de la Generalitat valenciana. No hace falta que nadie me recuerde que nada tiene que ver una tragedia como la del vuelo UKM 4230 y la dimisión de un político/pillo.
Que nadie me lo diga, pero la coincidencia es que, en los dos casos, Federico Trillo estaba por allí.
Ya se que todo indica que el PP va a ganar las próximas elecciones generales. Sólo pido que Federico Trillo no tenga ninguna responsabilidad: me da miedo.
