Claudia Celestes / Aviación Digital, Sp.- En esta época del año, los viajeros frecuentes y los aficionados a la meteorología están bien familiarizados con el fenómeno de los chorros atmosféricos, conocidos como jet streams, que atraviesan el Atlántico de oeste a este, impulsando los vuelos transoceánicos y reduciendo significativamente el tiempo de viaje.
Sin embargo, hay ocasiones en que estos vientos en altura no solo han acortado los trayectos, sino que han desafiado los límites de velocidad en el aire, llevando a cinco aviones de pasajeros a velocidades vertiginosas que desafían la percepción común de los viajes en avión.
Uno de estos aviones, un vuelo de Virgin Atlantic que realizaba la ruta de Washington a Londres el pasado sábado, se convirtió en protagonista de titulares mundiales al alcanzar una velocidad asombrosa de 802 millas por hora (1.290,69 km/h), lo que representa un 40% más rápido que la velocidad de crucero típica. Este evento no solo dejó a los pasajeros boquiabiertos, sino que también suscitó preguntas sobre la naturaleza y el impacto de estos fenómenos meteorológicos en la aviación moderna.
✈️Commercial airplanes traveling at the speed of light
— Epic Curios (@Epic_Curios) February 24, 2024
During the past weekend, five commercial airplanes, including Virgin Atlantic Flight 22 from Washington to London, exceeded the speed of sound thanks to the Atlantic jet stream.
With this additional thrust, the flights… pic.twitter.com/aRjmjv51yZ
Es el fascinante mundo de los jet streams, pueden convertirse en aliados o desafíos para los pilotos y pasajeros, y cómo siendo un fenómeno aparentemente extraordinario, puede tener implicaciones más profundas en nuestro entendimiento del mundo que nos rodea: Un viaje por los cielos donde los límites de la velocidad son desafiados y la naturaleza nos revela una vez más su impresionante poder.
On Saturday, a Virgin Atlantic flight from Washington to London reached nearly 802mph (1,290kph) by surfing the jet stream, arrived at destination 45 minutes early. | Daily Mail Online https://t.co/dt8s4L955m
— Veli Vesa Koret (@velivesakoret) February 21, 2024
Turbulencia en Aire Claro (TAC)
Los pasajeros de un vuelo de la compañía Virgin Atlantic, en su travesía de Washington a Londres el pasado martes, vivieron una experiencia de película de terror cuando la cabina comenzó a temblar por unas fuertes turbulencias.
¿El culpable? Los aviones que entran en el jet stream pueden encontrarse con un Clear Air Turbulence (CAT), traducido como turbulencias en aire claro. Se trata de turbulencias de moderadas, fuertes, pero que en algunos casos pueden llegar a ser extremas. Los pilotos estudian cartas aeronáuticas y meteorológicas llamadas SIGMET, para intentar identificar la posición e intensidad del chorro y las zonas «probables» donde pueden encontrar estas turbulencias. Los actuales sistemas del avión aún no son capaces de localizarlas con precisión en los radares meteorológicos, lo que permitiría evitarlas.
El avión de Virgin Atlantic se encontró con una de estas perturbaciones mientras volaba a 1.290,69 km/h, lo que provocó el pánico entre los pasajeros, tal y como se puede observar en uno de los videos que inundaron las redes sociales.
NEW:
— Frankman 🇺🇸 (@Frankman_man) February 20, 2024
⚠️Freak winds in the Atlantic jet stream pushed five passenger airplanes to supersonic speeds of over 800mph – faster than the speed of sound.
Five passenger airplanes reached 800mph after strong winds pushed the planes to insane speeds.
One plane was a Virgin Atlantic… pic.twitter.com/xxwNTRY8Vm
Los vientos alcanzaron velocidades de 265 mph (426 km/h) a una altitud de 35.000 pies sobre Washington. A pesar de los momentos de tensión, el vuelo de Virgin Atlantic continuó sin problemas hasta Londres, donde dejó a todos asombrados al llegar con 45 minutos de antelación.
¿Qué es la corriente en chorro o jet stream?
Esta corriente en chorro se forma cuando un flujo constante de aire serpentea alrededor del avión, creando condiciones que pueden acelerar o retardar su velocidad de manera dramática. Además, estas corrientes de aire son el resultado de la diferencia entre las latitudes, un fenómeno conocido como efecto Coriolis, que es generado por los vientos que soplan de oeste a este, debido al giro de rotación de la Tierra.
Impacto en la aviación y el clima
Asimismo, estas corrientes en chorro no solo impactan en la aviación, sino que también tienen un papel crucial en el clima. Son uno de los elementos meteorológicos que más influyen en el clima de latitudes medias, incluyendo España.
El jet stream puede beneficiar o perjudicar en función del estado e intensidad del chorro, la ruta aérea y otros factores. Las corrientes en chorro rodean la Tierra de oeste a este, pero pueden estar fragmentadas en varios trozos con zonas donde los vientos son más intensos o más débiles. La dirección también va cambiando a lo largo del recorrido y hasta puede invertirse en algunos tramos.
Como el jet stream fluye de oeste a este, las rutas comerciales a gran altura que viajen en la misma dirección pueden beneficiarse de él. Los fuertes vientos de la corriente en chorro aumentarán la velocidad del avión, reduciendo el gasto de combustible y el tiempo de vuelo.
En conclusión, aunque el jet stream pueda generar fuertes turbulencias que pongan a prueba los nervios de los pasajeros, no podemos negar su papel como aliado de la sostenibilidad en la aviación. Después de todo, ¿quién puede resistirse a un atajo en el cielo que no solo ahorra tiempo, sino también combustible? Al fin y al cabo, volar a altas velocidades gracias al jet stream, hace los viajes más eficientes y, quién sabe, incluso algo más, trepidantes.