Madrid/Tenerife/Alicante, SP, 7 de mayo de 2014.- El pasado 11 de marzo como recogimos en AD, una trabajadora Técnico Comercial del Aeropuerto de Alicante, fue despedida, pese a que sus faltas de asistencia reconoce la propia AENA lo son por enfermedad, en aplicación de la flamantemente salvaje Reforma Laboral, que contempla como causa objetiva de despido "haber superado el 25% de días hábiles en cuatro meses discontínuos dentro de un período de 12 meses". Esta es la seguridad laboral de la que disfrutan los trabajadores del Ente Público. Imaginense lo que sucederá si se produce finalmente la privatización de este bien público con los derechos de los trabajadores, incluídos los que tengan la mala fortuna de enfermar. Por este motivo, y porque la tendencia indica que el ansia privatizadora de AENA es por lo que fundamentalmente se ha conseguido una unidad sindical !sin precedentes! en aeropuertos como el de Tenerife Norte y Sur. Ayer acompañados de movilizaciones en el mayor aeropuerto de España, AS Madrid-Barajas y Alicante. El lema de los trabajadores tinerfeños del Ente lo dice todo: "Empleo Inestable=Inseguridad Aérea"
CGT especialmente activa en Madrid-Barajas donde tienen el poder mayoritario en representación de los trabajadores enviaban una nota de prensa sobre la primera protesta en el Adolfo Suárez, contra la privatización de AENA. El mayoritario sindicato en el Comité de Centro de Madrid Barajas ha mantenido la coherencia contra la privatización desde que se anunciaran las intenciones privatizadoras con el tal ministro Blanco, presidiendo el Ente, un tal J.I.Lema que dejó un legado cercano a los 15.000 millones de euros, como origen, motivo y excusa para la fiebre de privatizar la joya de la corona que representa AENA, en un país donde el Turismo es de las pocas industrias que aún subsisten. Es decir, la herencia de esa gestión, cuyos gestores aún no han explicado, ni nadie les ha preguntado sobre semejante desastre financiero (nos quedamos en desastre pero verán nuestros lectores como a no mucho tardar se puede empezar a hablar como está sucediendo con las obras del AVE Barcelona-Madrid, de algo más que simples desastres en la gestión).