La compañía aérea británica British Airways (BA) aseguró que intentará que este fin de semana la mayoría de los clientes puedan volar a sus destinos, a pesar de la huelga de tres días iniciada este sábado por sus tripulantes de cabina (TCP), agrupados en Unite, una central sindical con más de 2 millones de afiliados en el Reino Unido. Los cambios contractuales, el intento de "lowcostización" de la profesión, y la mala gestión de la compañía, que se fusionará con Iberia, deberían hacer ver a los TCP de la española, cómo se las gastan sus futuros socios.
Desde la aerolínea indican a través de un comunicado en su página Web, que el tráfico aéreo programado para la primera jornada de huelga presenta "normalidad" en los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick, según el último informe realizado por el personal de la compañía. No obstante, manifestaron su compromiso para actualizar toda la información a los clientes que estos días tienen previsto viajar con British Airways para que puedan escoger la opción "más conveniente" ante cualquier cambio o incidencia. Además, el consejero delegado de BA, Willie Walsh, pidió a través de un vídeo en el portal de Internet YouTube "disculpas" a los pasajeros afectados por las huelgas e insistió en que la compañía está "preparada" para afrontar estas tres jornadas de paros bajos los estándares de "calidad y seguridad". Los paros convocados por el sindicato británico Unite, secundarán siete días de huelga este mes de marzo -del 20 al 22 y del 27 al 30-, los que ha obligado a la compañía a cancelar 1.100 vuelos de los 1.950 programados en las tres jornadas de paros, lo que supone el 56 por ciento de los vuelos. La convocatoria de huelga se mantiene como estaba previsto, después de que la dirección de BA y representantes de Unite apuraran este viernes las últimas oportunidades de alcanzar un acuerdo, que finalmente no fue posible.
