Aviación Digital, Sp.- Apenas cinco días después de que comenzase el verano de forma oficial, ya se han reportado incidencias en un vuelo debido a la actitud de una serie de pasajeros disruptivos.
Tal y como informa la cuenta de Twitter de Controladores Aéreos, un vuelo procedente de Reino Unido con destino a Alicante solicitó presencia policial a su llegada por «problemas con una treintena de pasajeros ebrios». Al parecer los pasajeros se habrían peleado a bordo por los que solicitó un «recorte de maniobra en lo posible» y coordinación con la policía.
Este nuevo incidente a bordo se suma a un último reportado en España el pasado mes de abril en el que una serie de pasajeros ebrios desataron un conflicto en la parte trasera de un avión que se dirigía a Alicante y provenía de Oslo tras enzarzarse en una pelea. Cuando el avión consiguió aterrizar efectivos de la Guardia Civil se trasladaron hasta el aeropuerto para identificar a estos pasajeros. Sin embargo, en España sigue sin existir un registro oficial sobre este tipo de incidentes, aunque cada vez son más frecuentes.
En este sentido, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido, la Autoridad Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), señalan una tendencia creciente a largo plazo de la frecuencia y gravedad de los incidentes protagonizados por pasajeros conflictivos.
Con la reactivación del transporte aéreo en 2021, las notificaciones han aumentado. Solo ese año se registró́ una tasa de 1,13 incidentes por cada 1.000 vuelos (un incidente por cada 885 vuelos). El incumplimiento de cualquier obligación, como no usar mascarilla, representó un tercio de los casos notificados en 2021. En el año 2022 con la retirada de la obligación de la mascarilla en algunos países como en Estados Unidos hubo una caída significativa en la tasa de incidentes en abril de 2022.
Pasajeros disruptivos y «turismo de borrachera»
Múltiples pilotos en España señalan que los mayores incidentes se producen en vuelos procedentes de Palma de Mallorca y de Ibiza, por lo que tiene relación con el “turismo de borrachera” que protagonizan pasajeros de nacionalidad inglesa, irlandesa o de países nórdicos. Además, está permitido servir alcohol a bordo por lo que la ingesta de este tipo de sustancia puede incrementar las conductas violentas en algunos pasajeros.
Por otro lado, en cuanto a la creación de algún conflicto a bordo que no tenga que ver con el alcohol, se ha notificado que las personas que suelen protagonizar estas situaciones son pasajeros de origen israelí en las conexiones aéreas a Tel Aviv.
Multas de hasta 5.000 euros
Sobre cómo puede afectar a la seguridad aérea, conductas como emborracharse a bordo, montar algún escándalo o no obedecer a las autoridades pueden poner en serio riesgo la seguridad del vuelo. De hecho, ante estas situaciones los pilotos no pueden salir de la cabina y los tripulantes de cabina son los encargados de tratar de mantener la seguridad y controlar al pasajero conflictivo.
En relación con las consecuencias, el comportamiento de estos tipos de pasajeros puede acarrear multas de hasta 5.000 euros según la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea.
Por otro lado, supone una molestia para el resto de los pasajeros ya que, en ocasiones, sí el incidente es muy grave y puede poner en riesgo la seguridad del vuelo, el piloto se pone en contacto con los controladores aéreos para solicitar el aterrizaje en el aeropuerto más cercano, por lo que el resto de los pasajeros (que no tienen nada que ver) llegan más tarde de lo previsto a su destino.
