Aviación Digital, Sp. – Hace tres semanas 32.000 trabajadores de Boing comenzaron una huelga ante la falta de acuerdo en relación a las condiciones laborales para la renovación de su contrato. Un paro que ha provocado un enorme freno en la producción que le cuesta al fabricante 100 millones de euros al día. Boeing lanzó un ultimátum la semana pasada con una subida salarial del 30% pero el sindicato rechazó la oferta y continúa la huelga.
A pesar de la «oferta final», Boeing no ha tenido más remedio que volver a sentarse en la mesa de negociación con la participación de los Servicios Federales de Mediación y Conciliación (FMCS). Sin embargo, los encuentros no han dado fruto ya que ninguna parte se mueve de su posición. La Asociación Internacional de Maquinistas denuncia que Boeing rechaza acercar posturas en los puntos que más importan a los trabajadores. Señalan un incremento salarial mayor (40% en tres años) y el apartado de las pensiones. Por el momento, no se han emplazado a una nueva sesión de negociación.
El equipo negociador de IAM ha respaldado sus demandas en las encuestas realizadas a los trabajadores en las que pregunta sobre la valoración que estos hacían de la última oferta de Boeing. El sindicato destaca que no se logró ningún avance en el restablecimiento de la pensión de prestación definida puesto que a empresa se mantiene firme en no descongelarlo. el plan de beneficios definidos. En el apartado salarial la oferta de Boeing se queda corta: 30% de incremento en 4 años. Los empleados piden un 40% en 3. Otro asunto en el que no hay acuerdo es el debate es el tiempo libre remunerado.
La huelga que frena de forma drástica la producción no solo perjudica a Boeing sino a toda la industria ya que no se están fabricando aviones nuevos. Las propias aerolíneas necesitan estos aparatos nuevos para poder extender sus operaciones y también para reponer aquellas aeronaves antiguas. Si la huelga se extiende en el tiempo, los vuelos podrían verse afectados.
