Aviación Digital, Sp. – Boeing ya toma medidas para minimizar el efecto de la huelga de 32.000 de sus trabajadores. El fabricante norteamericano ha optado por congelar todas las nuevas contrataciones, por reducir los viajes del personal no esencial y por recortar el gasto en proveedores. La compañía se encuentra en una situación crítica y trata a toda costa de reducir costes. La empresa plantea incluso la posibilidad de pasar a licencias temporales para muchos de los empleados.
La huelga hace jaque a la empresa que ya atravesaba de por sí una profunda crisis derivada de los problemas de seguridad y calidad. Dicha situación se tradujo en la pérdida de 8.000 millones de dólares en los primeros 6 meses de 2024. Además, Boeing arrastra pérdidas desde 2019 cuando obtuvo un saldo negativo de 33.000 millones de dólares. El valor de la empresa en bolsa cae también: un 14% de descenso en el último mes. A todo ello se suma la huelga que ralentizará gravemente la producción.
Preocupación financiera
Brian West, jefe financiero de Boeing, se muestra muy preocupado por la situación. Asegura que los problemas que arrastra la compañía sumado a la huelga podrían «poner en peligro la recuperación de forma significativa». Esta situación crítica es la justificación para frenar las contrataciones entre otras medidas con tal de ahorrar.
Mientras tanto, la dirección de Boeing sigue tratando de alcanzar un acuerdo que convenza a los trabajadores en huelga. Este paro de la producción cuesta millones de dólares con cada día que pasa. Se estima que el coste total podría alcanzar los 1.000 millones.