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marzo, martes 19, 2024

El Consejo Europeo propone más sanciones a Bielorrusia por el secuestro aéreo

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Consejo Europeo, Bruselas.- El Consejo Europeo condena enérgicamente el aterrizaje forzoso de un vuelo de Ryanair en Minsk, Bielorrusia, el 23 de mayo de 2021, poniendo en peligro la seguridad aérea, y la detención por las autoridades bielorrusas del periodista Raman Pratasevich y Sofía Sapega.

El Consejo Europeo:

– exige la liberación inmediata de Raman Pratasevich y Sofía Sapega y que se garantice su libertad de movimiento;

– pide a la Organización de Aviación Civil Internacional que investigue urgentemente este incidente sin precedentes e inaceptable;

– invita al Consejo a adoptar listas adicionales de personas y entidades lo antes posible sobre la base del marco de sanciones pertinente;

– pide al Consejo que adopte nuevas sanciones económicas específicas e invita al Alto Representante y a la Comisión a presentar propuestas sin demora con este fin;

– pide a todas las compañías aéreas con sede en la UE que eviten el sobrevuelo de Bielorrusia;

– pide al Consejo que adopte las medidas necesarias para prohibir el sobrevuelo del espacio aéreo de la UE por parte de las aerolíneas bielorrusas e impedir el acceso a los aeropuertos de la UE de los vuelos operados por dichas aerolíneas;

– se solidariza con Letonia tras la expulsión injustificada de diplomáticos letones.

Las compañías aéreas se unen al castigo a Bielorrusia con la exclusión de su espacio aéreo

La recomendación de la Unión Europea de evitar en lo posible sobrevolar Bielorrusia supone una complicación más para un buen número de compañías aéreas generalmente acostumbradas a hacer malabares con este tipo de limitaciones.

A esta petición a las aerolíneas del bloque se suma a su vez la prohibición a los aviones bielorrusos de sobrevolar espacio aéreo comunitario, medida a la que suman también Reino Unido y Ucrania.

Así, compañías como Air France o su hermana neerlandesa KLM, Lufthansa, Finnair o SAS ya han anunciado la suspensión, hasta nuevo aviso, de sus vuelos sobre Bielorrusia. Y no solo las europeas: Singapore Airlines o la japonesa ANA también se suman a la drástica decisión.

Según datos de Eurocontrol, la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea, una media de 2.500 vuelos comerciales utilizan cada semana el espacio aéreo bielorruso, y eso a pesar de la actual pandemia y el claro descenso de vuelos de larga distancia.

La Flight Safety Foundation condena el desvío forzado del vuelo de Ryanair

La Fundación para la Seguridad Aérea también ha condenado enérgicamente el desvío forzado del vuelo 4978 de Ryanair mientras el avión comercial volaba a través del espacio aéreo de Bielorrusia.

«Forzar a una aeronave a desviarse con el propósito de detener a un pasajero es una violación del derecho internacional y plantea un riesgo significativo para la seguridad de los pasajeros y la tripulación de la aeronave«, dijo el presidente y CEO de la Fundación, Dr. Hassan Shahidi. «Pedimos al gobierno de Bielorrusia que libere inmediatamente a los pasajeros detenidos que fueron retirados de la aeronave«.La Fundación también pide una investigación completa, imparcial y transparente de las circunstancias que rodean este evento.

Antecedentes de este tipo de sucesos (Opsgropup)

No es habitual que un país obligue a aterrizar a un avión que sobrevuela su territorio, pero tampoco es tan raro como podría pensarse. Por lo general, un aterrizaje forzoso y/o la interceptación de un avión de combate se producen por el impago de las tasas de navegación o por la falta de un permiso de sobrevuelo. Cada país publica procedimientos de interceptación, para que los pilotos sepan cómo responder a una interceptación militar.

Indonesia es bien conocida por esto, y no suele ser noticia, pero lo fue en 2019 cuando obligaron a un avión de Ethiopian Airlines a aterrizar en Bantam. En 2016, Irán obligó a un avión de Fly Dubai a aterrizar en Irán, tras una confusión sobre su plan de vuelo. Perú también es conocido por obligar a aterrizar a las aeronaves en ruta por problemas con los permisos de sobrevuelo.

Las interceptaciones por motivos políticos tampoco carecen de precedentes. En 1985, la interceptación de EgyptAir 2843 se produjo después de que los servicios de inteligencia estadounidenses recibieran informes de que cuatro terroristas del Frente de Liberación de Palestina, responsables del secuestro de un crucero, se encontraban en un aeródromo cerca de El Cairo, y que Egipto estaba planeando llevarlos a Túnez a bordo de un avión de EgyptAir.

Se esperaba que el vuelo sobrevolara aguas internacionales, cerca de un barco de la Marina estadounidense, por lo que Estados Unidos se coordinó con el ATC local para asegurarse de que se rechazara el aterrizaje del avión tanto en Túnez como en Atenas, y se enviaron un par de Tomcats para obligar al avión a desviarse a una base de la OTAN en Italia. Una vez en tierra, los secuestradores fueron retirados y detenidos.

En 1977, Líbano acusó a Israel de «piratería aérea» después de obligar a un avión de Lebanese Middle East Airlines a aterrizar en Israel. El avión se dirigía de Beirut a Bagdad, cuando fue interceptado por dos cazas israelíes y desviado a una base aérea militar israelí en Haifa. Los servicios de inteligencia israelíes pensaron que el avión transportaba a dirigentes del Frente Popular para la Liberación de Palestina. En realidad, no los llevaba a bordo, sino que había sido fletado por aerolíneas iraquíes tras un retraso de uno de sus propios aviones. Según los informes, la tripulación y los pasajeros fueron sacados a la fuerza del avión y se les interrogó, pero fueron liberados y pudieron partir unas dos horas más tarde.

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