Madrid, SP.- Compañías aéreas como Air Canada, Delta Air Lines y Swiss han hecho anuncios sobre las políticas de vacunación de los empleados de Covid-19 esta semana, ampliando aún más la lista de razones que se aducen para introducir la obligación de vacunación, ya sea de forma explícita o por delegación.
La justificación de Swiss destaca algo fundamental para su negocio: el impacto operativo a largo plazo de tener una mezcla de miembros de la tripulación vacunados y no vacunados. La preocupación de la aerolínea es que la asignación de la tripulación se vuelva demasiado difícil si sigue permitiendo que vuele la tripulación no vacunada, y es probable que más países sigan el ejemplo de Hong Kong al decir que los pilotos y auxiliares de vuelo entrantes deben estar vacunados.
En EE.UU., el anuncio de Delta Air Lines de que los empleados no vacunados tendrán que pagar tasas sanitarias más elevadas responde a una simple cuestión económica: es necesario un recargo para hacer frente al riesgo financiero de que el personal sea hospitalizado.
Y en Canadá, el gobierno federal ha dicho que todas las tripulaciones y pasajeros de las aerolíneas deben estar vacunados para finales de octubre, lo que hace inevitable el anuncio de Air Canada de esta semana.
Los anuncios anteriores sobre la vacunación de los empleados -en particular, los de compañías aéreas como Frontier Airlines y United Airlines– se han centrado en la «obligación de cuidar al personal», junto con la necesidad de tranquilizar a los clientes de que están haciendo todo lo posible para garantizar su seguridad.
Y en Asia, muchas compañías aéreas de la red han introducido mandatos de vacunación para el personal antes de que se abran los viajes internacionales, sabiendo que la prueba de inoculación probablemente se convierta en la principal moneda de cambio para los viajes transfronterizos en una región en la que los gobiernos han hecho más que la mayoría para contener la propagación del Covid-19.
En otros casos, los mandatos de vacunación de las aerolíneas también tienen que ver con la coherencia de los mensajes. En Qantas, por ejemplo, no habría tenido mucho sentido que la aerolínea abogara por que las vacunas fueran un requisito para los pasajeros, para luego renunciar a esa política para su tripulación.
Todo esto no quiere decir que todas las compañías aéreas del mundo acaben introduciendo un mandato de vacunación, o que puedan hacerlo. Pero, como demuestran los últimos acontecimientos, en algunos mercados hay un impulso convincente a favor de tenerlas.
