Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – El Consejo de Ministros portugués ha dado luz verde a los procesos necesarios para comenzar la reprivatización de la aerolínea TAP, proceso posterior al rescate del gobierno de Portugal por valor de 3.200 millones de euros. Tanto Hacienda como el sector de Participación pública tendrán que hacer evaluaciones independientes para confirmar el culmen de la privatización.
Este jueves, el ministro de finanzas Fernando Medina aseguró en una comparecencia en la Cámara que las evaluaciones independientes se tratan «de valoraciones obligatorias, en el ámbito de la ley de privatizaciones, como condición previa para iniciar el proceso de privatización de la empresa». Pese a todo, el ministro planea que esta privatización finalice de aquí a julio.
Para algunos partidos de izquierda del país, la venta de TAP supone entregar «a los extranjeros un factor fundamental de nuestra soberanía y desarrollo». Para otros del otro bando, este anuncio se ha hecho para «escapar y desviar la atención de la información que se está recopilando a nivel de la comisión de investigación parlamentaria».
Y es que Christine Ourmières-Widener, directora general de TAP, fue despedida improcedentemente, al no haberse presentado -de momento, ya que el Gobierno ha prometido llevar al Parlamento los documentos pertinentes- causa para el mismo. Hasta hace bien poco, el Gobierno seguía negándose a enviar a la comisión de investigación de TAP los dictámenes jurídicos que sustentaron la dimisión del exdirector ejecutivo de la empresa, justificando la negativa con la necesidad de «salvaguardar el interés público», como dice CNN Portugal.
¿Quién comprará TAP?
Son tres los interesados más destacados en la adquisición de la aerolínea portuguesa. En primer lugar, tenemos a IAG: candidato más favorable según las declaraciones de varias autoridades del país. Antonio Costa Silva, ministro de Economía, ya dijo en su momento que «TAP es ahora una compañía saneada y se han creado las condiciones adecuadas para la privatización«, para que «Iberia y otros operadores internacionales interesados puedan participar en la misma».
Los otros dos grupos que muestran interés por TAP serían el conglomerado Air France-KLM por un lado, y el grupo Lufthansa por el otro; ambos con intereses desde -sobre todo- sus aerolíneas de bajo coste.
