La Asociación Española de Usuarios, Empresarios y Profesionales del Transporte Aéreo (ASETRA) ha pedido hoy al Gobierno que no instale escáneres corporales en los aeropuertos españoles, como sí están haciendo otros países europeos, si no se garantizan los derechos fundamentales de los pasajeros.
En declaraciones a Efe, el presidente de la ASETRA, Ignacio Rubio, ha pedido que se cree un comité de expertos en materia de seguridad nacional que analice caso por caso los sistemas de seguridad a adoptar y el respeto a los derechos fundamentales de los pasajeros, tanto para el transporte aéreo como para el ferroviario o el marítimo.
El atentado frustrado de Al Qaeda en un vuelo entre Amsterdam y la ciudad estadounidense de Detroit el pasado 25 de diciembre, cuando un ciudadano nigeriano intentó hacer estallar el avión con polvo explosivo escondido en su ropa interior, ha reabierto el debate sobre los controles de seguridad en los aeropuertos.
Algunos países europeos, como Reino Unido y Holanda, ya han anunciado su intención de poner en práctica los escáneres corporales para reducir el riesgo de que se embarquen explosivos en los aviones. El Gobierno español aún no se ha pronunciado sobre esta posibilidad, aunque ha extremado la vigilancia en los vuelos que se dirigen a Estados Unidos.
La Asociación de Usuarios y Profesionales del Transporte Aéreo, que tiene su sede en Barcelona, está a favor de aplicar nuevas medidas de seguridad aeroportuaria que garanticen la seguridad, siempre que se respeten los derechos fundamentales de los viajeros y no se atente contra su intimidad, según Rubio.
Por ello, esta entidad rechaza que se instalen los escáneres corporales, al considerar que atentan contra la intimidad de los pasajeros porque los agentes encargados de hacer funcionar el escáner pueden ver radiografiadas en tres dimensiones las imágenes del cuerpo del viajero.
ASETRA propone que antes de instalar estos nuevos escáneres corporales se introduzcan mejoras en el sistema, para que sea la propia máquina la que visualice las imágenes y haga un primer filtrado. De esta forma, tan sólo en el caso de que algún pasajero no superara el filtraje de la máquina, se podría proceder a un registro y cacheo pormenorizado, de forma privada, a manos de los profesionales de la seguridad. Además, Rubio también ha alertado de que si se "criminaliza" al transporte aéreo con nuevas medidas de seguridad se trasladará al terrorista hacia otros medios de transporte, como el metro, los trenes o los barcos, que "poseen medidas atenuadas de seguridad muy diferentes a las que padecen los usuarios de los aeropuertos".