Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – El tiempo seco de este último año no ha hecho más que empeorar los incendios en el país. Canarias ha sido la zona más afectada: no hay más que fijarse en el último incendio en Tenerife para constatarlo. Ante esta situación, los políticos locales instan al Gobierno a tomar medidas que, desde el sector de la extinción de incendios, no consideran que sean las más adecuadas.
Como ya adelantamos en Aviación Digital, la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, compareció ante los medios para hacer pública la petición ante el Gobierno y Ministerio de Defensa de una base permanente de hidroaviones en Canarias. Ahora, menos de dos semanas después, el Cabildo ha aprobado la declaración institucional que materializa esta petición.
La base de hidroaviones que plantean desde Canarias albergaría aviones o helicópteros pesados. Mientras que la idea de disponer de medios aéreos en las islas no es descabellada, el hecho de que se hable de que sean de gran capacidad complicaría las operaciones en las islas.
Juan Carlos Gómez Verdugo: Con una base permanente de aviones de gran capacidad no se estaría priorizando la rapidez, sino la capacidad de descarga
Para ilustrar la problemática, contamos con la opinión y experiencia de Juan Carlos Gómez Verdugo, piloto de extinción de incendios forestales desde hace más de 30 años. «En los casos de los conatos de incendio con un gran potencial, se llega a un punto a partir del cual es muy poco lo que podemos hacer, así que si algo me ha quedado claro es que tenemos que llegar con rapidez y contundencia antes de que lleguen a ese punto de disparo fuera de capacidad de extinción», asegura el piloto.
Con una base permanente de aviones de gran capacidad no se estaría priorizando la rapidez, sino la capacidad de descarga, cosa que en la extinción de incendios no debería ser lo más importante. «El tiempo es el coeficiente básico del éxito y eso es lo que tenemos que trabajar», cree Juan Carlos. «Por eso, siempre defenderé que los medios tienen que ser rápidos y contundentes, con capacidad de llevar productos retardantes capaces de retener un conato hasta la llegada de los helicópteros y bomberos de tierra». Asimismo, añade que es clave que «puedan despegar en un máximo de 12 minutos desde el aviso del incendio».
Ante estas proposiciones, se intuye que lo más lógico sería instalar una base de aviones de ala fija – o helicópteros, por la orografía de las islas – de menor tamaño para centrarse en una estrategia de ataque rápido. Cuanto antes se contenga el incendio, más fácil será actuar en su posterior extinción. Lo importante es no dejar que las llamas se expandan a sus anchas en una situación en la que cada minuto cuenta.
Cuando entrevistamos a Francisco Montaño, piloto de extinción en Andalucía, ya nos comentaba que el 90% de los incendios no salía en los medios ya que no llegaban al punto de ser peligrosos o que simplemente se extinguían antes de que diese tiempo a informar a nadie. Estos incendios se conocen en el sector como «incendios invisibles», y se suelen extinguir antes de pasados los 45 minutos de su comienzo.
Esto demuestra que la estrategia de ataque rápido es la que mejor funciona, por eso, Juan Carlos insiste en que la base permanente que se podría diseñar en Canarias sería interesante si fuese diseñada «para una estrategia de golpe y control y de trabajo rápido». Si existen estos «incendios invisibles» es porque se trabaja «con aviones tipo Air Tractor 802, rápidos y con capacidad de llevar hasta 3.000 litros de productos retardantes; y helicópteros de alta capacidad y con posibilidad de llevar bomberos de tierra».
Los Air Tractor «son más económicos y eficientes en esta primera etapa», continúa, «y los helicópteros con bomberos helitransportados y bien equipados probablemente saldrían por el mismo costo que si se usaran medios pesados«. Concluye diciendo que «podríamos tener varias bases de estas características en las islas», en vez de la que proponen desde el Cabildo.
