Aviación Digital, Sp.- El colectivo de Controladores Aéreos ha denunciado ante la Agencia Europea de Seguridad de la Aviación (EASA) la “incompatibilidad” de la normativa que regula el desempeño de la profesión de controlador aéreo en España con la Directiva 89/391 CEE, directiva marco sobre seguridad y salud en el trabajo.
Se trata de una traducción, interpretación e implementación inexacta de la normativa británica CAP670, que fue la referencia normativa usada por José Blanco en el RD 1001/2010, y por la que ENAIRE establece erróneamente un turno básico de 198 servicios.
«Paradójicamente, un controlador de Reino unido puede hacer más horas efectivas que un controlador en España»
Esto se traduce en que hasta el año 2010, cualquier carga de trabajo adicional, por encima de 15/16 servicios mensuales, debía ser debidamente autorizada pudiendo el controlador, hacer uso de sus asuntos propios para reducirla en caso de sentir fatiga. Sin embargo, actualmente, y a causa de la incorrecta implantación del sistema inglés, se pasa a 18/20 servicios mensuales obligatorios.
Es decir, paradójicamente, “un controlador de UK puede hacer más horas efectivas que un controlador en España” inciden desde SPICA, cuando en realidad el controlador de ENAIRE tiene programados hasta 40 servicios adicionales más que el controlador británico, lo que ha supuesto “programar hasta 225 o más servicios reales de todo tipo a los controladores H24 de Madrid, Sevilla, Barcelona, entre otros” aseguran.
Si se compara con la cifra máxima de 186 servicios en Reino Unido y los 176 servicios máximos recomendado por EUROCONTROL, esta situación resulta extraordinariamente grave, ya que puede dar lugar a la toma de decisiones “inadecuadas o directamente erróneas “ que repercuten directamente en la seguridad aérea. Cabe destacar, que la denuncia adjunta la información de las 420 denuncias en España por agotamiento y stress de controladores aéreos en menos de un año.
«La normativa española computa erróneamente los servicios de aptitud psicofísica y la formación online”
Sin embargo, éste no sería el único error de bulto. SPICA mantiene que las autoridades españolas “no tienen en cuenta la obligatoria asignación de servicios relacionados con el mantenimiento de la competencia lingüística en inglés” ni hace un uso correcto del servicio de imaginaria, donde se ha pasado de una medida de conciliación familiar a una medida de sobre programación manifiesta.
Asimismo, dicha normativa española computa erróneamente los servicios de aptitud psicofísica, la formación online, “e incluso llega a anular la obligatoria concesión de servicios de conciliación familiar y mejora psicofísica” aseguran desde el sindicato.
Por otra parte, la denuncia ante EASA pone de relieve la nula implantación en ENAIRE de factores de edad que han establecido sistemas de adaptación y desvinculación de sus controladores por esta razón, una circunstancia que debería preocupar a las autoridades que han de velar por la seguridad de las operaciones aéreas, y en concreto a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea Española (AESA)
Como conclusión, desde SPICA se resalta el hecho de que los “errores de implementación” de la norma CAP670 inglesa permiten a ENAIRE “fingir” unas necesidades para los controladores manifiestamente inferiores a las actuales en cualquier otro operador europeo, lo cual redunda en un beneficio económico para la entidad, y que ha propiciado la aparición de “fondos buitres y múltiples empresas, sin antecedentes previos conocidos en gestión de tráfico aéreo, que pretenden aprovechar nuevas oportunidades de negocio que ningún otro país, medianamente serio, ofrece”.
El sindicato reclama por tanto, una respuesta tan científica como objetiva técnicamente y para que permita que la confianza se abra paso en el propio sistema.
