La boda de Formentera ha caído en el Ministerio de Defensa como una bomba de cien kilotones. El jefe del Mando Aéreo, el teniente general Fernando Lens Astray, ha encajado los hechos como un bayonetazo por la espalda. En declaraciones a este diario desde su despacho en Madrid, el hombre encargado de hacer limpieza ha tildado de «fechoría» el traslado de los comensales en las aeronaves del escuadrón 801, dedicado al Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR). «Para mí, es la primera vez. Como teniente general, nunca había visto ni oído que se emplearan helicópteros o aviones para transportar cajas de gambas o a invitados de una boda», aseveró. Artículo completo en DIARIO DE IBIZA
El lunes como muy tarde, Fernando Lens (1949, Santiago de Compostela) enviará a la base de Son Sant Joan a un «juez» para comenzar a «redactar escritos». Con paso firme, pero sin saltarse etapas, ya ha empezado a depurar responsabilidades. El jefe del escuadrón 801, el teniente coronel Fernando Delgado, ha sido arrestado y «suspendido de sus funciones». El teniente general tomó la decisión después de que Delgado reconociera «todo». Al resto de los implicados se les comunicará su situación en un encuentro cara a cara.
La celeridad y la contundencia del Ministerio está a la altura del profundo malestar hacia algunos oficiales de Son Sant Joan. El SAR es la niña bonita del Ejército del Aire. Su papel en el salvamento de personas genera respeto en la sociedad. Un respeto salpicado desde el pasado fin de semana por una mancha. Lens lamenta que «el mal hacer» de algunos miembros del escuadrón 801 «tire abajo el prestigio del SAR y el de los que han muerto en misiones durante los últimos 30 años» .
El 801, con su Escuela de Prácticas Marítimas ubicada en el Aeródromo Militar de Pollensa, tiene encomendada la tarea de entrenar a todas las tripulaciones del Ejército del Aire en todo lo que concierne a la supervivencia marítima. La publicación de las primeras informaciones sobre el uso de un helicóptero Puma HD-19 y, al menos, un avión C-212, ha generado un revuelo cuyas ramificaciones han alcanzado el Congreso de los Diputados. Dos fuerzas tan antagónicas como PP y ERC someterán a la ministra Carme Chacón a una batería de preguntas sobre este asunto. «Es evidente que hoy día, con la crisis, resulta pornográfico», ha dicho el diputado de ERC Joan Tardà. Uno de los interrogantes del grupo independentista no está exento de sorna: «¿Tiene el Ejército del Aire entre sus objetivos el traslado de civiles y militares a bodas, bautizos y comuniones?».
Que se afee la conducta del Servicio de Búsqueda y Salvamento inunda de exasperación el cuartel del Mando Aéreo General, en la calle Quintana de Madrid. «Da rabia estar en boca de todo el mundo por una tontería», censura Fernando Lens.
Viajará a Mallorca
La Ley confiere al jefe del Mando Aéreo la «autoridad» para castigar desde Madrid al teniente coronel Delgado, pero no al resto de implicados. Tardará poco en hacerlo. «Lo haré», zanjó, sin dar más pistas al respecto. El Ministerio de Defensa habló en plural el pasado jueves cuando dijo que se habían «adoptado medidas disciplinarias contra los responsables directos».
Fernando Lens tiene previsto trasladarse hasta Mallorca para «ver a la gente» y conocer de primera mano los entresijos del escuadrón 801, cuyo lema es Vade et tu fac similiter (Ve, y haz tú lo mismo), extraído de la parábola del Buen Samaritano. Fundado en 1954, un año antes que el SAR en España, el primer material con el que operó fue un bimotor Grumman Albatros, el primer anfibio del Ejército del Aire.
El vaivén de helicópteros de es ca Marí
Los vecinos de es Ca Marí, en Formentera, no se acostumbran a la presencia de helicópteros en el Club Beach Gecko, bastante habitual, aseguran, en el establecimiento regentado por un ciudadano italiano. En julio pasado, la asociación denunció la reiteradas visitas de un aparato que aterrorizó a los vecinos y turistas con sus vuelos «a muy baja altura». Un año antes, Diario de Ibiza ya se hizo eco de las quejas que la Asociación de Vecinos de es Ca Marí ha reiterado por los hechos de este pasado fin de semana.
Los residentes se quejan de las nubes de polvo y el ruido que causan los rotores, además de algún que otro desperfecto (sin ir más lejos, los viajes del Puma de este pasado fin de semana rompieron una línea telefónica).
Según les han informado, el propietario del establecimiento asegura disponer de una autorización de Aviación Civil, circunstancia que no se publicita en la web de su negocio. El empresario se halla de viaje, informaron en el club, cuyo personal desconoce si se dispone o no de permiso para el aterrizaje de aeronaves en sus instalaciones.
Lo que les consta a los vecinos es que en toda la zona «no existe ningún helipuerto autorizado», y alertan del riesgo que supone permitir que aterricen estos aparatos en fincas descuidadas donde abundan los matorrales y rastrojos y que «no pertenecen al club». Si saltara alguna chispa, añaden, «las consecuencias serían terribles». También llevaron al Consell de la isla sus quejas, pero el empresario ha hecho caso omiso a cualquier apercibimiento.
El Puma también fue a Sant Rafel
El helicóptero HD-19 Puma del SAR que realizó varios viajes para trasladar invitados a la boda de un oficial del 801 Escuadrón del Ejército del Aire que se celebraba en Formentera también fue visto, en torno a mediodía del pasado sábado, en las inmediaciones de una conocida discoteca de Sant Rafel. Un testigo asegura que el aparato tomó tierra en una finca rústica situada en la margen derecha de la carretera, antes de la población. Otros testigos aseguran que el helicóptero tomó tierra en el aparcamiento de la discoteca. La presencia del transporte militar fue comentada por miembros de la Policía Local de Sant Antoni. Desde el Cap Nonó se le vio alejarse hacia Vila también el domingo en torno a las 20 horas.