Una información aparecida ayer en La Voz de Galicia, firmada por Elena Silveira, ha hecho de nuevo poner en los titulares un helicóptero de SASEMAR. Concretamente un S61-N de Inaer. Dos cosas resultan surrealistas para los que seguimos la información de los Trabajos Aéreos. No se han atrevido a prorrogar en AESA el certificado de aeronavegabilidad-curioso detalle si recordamos accidentes como el de Tenerife del EC-FJJ, del mismo tipo-, o si recordamos el de Spanair, que en el momento del accidente tenía prorrogado dicho certificado. Las mismas personas, toman decisiones diferentes. ¿Qué habrá cambiado en AESA?
«Menos mal que no pasó nada, porque en caso de que hubiera una emergencia gorda, el helicóptero de Sasemar con base oficial en A Coruña no hubiera podido volar», aparece reflejado en el medio gallego.
Esta falta de coordinación, a diferencia de lo que sucedió en el accidente de Torallola, donde una Sentencia recientemente surrealista absuelve de responsabilidad hasta el apuntador, con ocho fallecidos, ha supuesto que se quede donde tiene que estar en este caso un helicóptero que no tiene toda su documentación en regla. En cualquier caso esta rigurosidad es la que vienen reclamando todas las personas de bien a la autoridad-siempre con minúsculas-, en este caso dirigida al máximo nivel por Luís Rodríguez, Director del Departamento de Seguridad de Aeronaves, de AESA, desde hace años, de quien a su vez depende la inspección aérea en España. ¿Por qué en todos los casos no se ha actuado de igual manera?. Dicho de otra forma. Si se hubiera actuado de igual manera, si se hubiera aplicado la rigurosidad extricta de este caso, loable absolutamente, ¿no se hubiera evitado, quizás, alguno de los accidentes que han situado España a la cabeza de la siniestralidad en Europa de los TTAA.? La respuesta es tremenda.
No será quizás la soga de EASA que está sintiéndose cada vez más apretada sobre algún cuello de los responsables en España.
Además, en este caso, de un modelo igual al del EC-FJJ, dicen ahora que hasta junio no volverá a estar operativo, y no podrá volar mas que directamente al centro de mantenimiento del fabricante en Noruega. Esperemos que lo hagan, como marca la normativa, exclusivamente con la tripulación imprescindible. Precisamente el EC-FJJ se dirigía en un ferry interinsular cuando sufrió el accidente, y !con pasajeros a bordo!, amén de otras presuntas irregularidades hasta que el Juez sentencie al respecto.
Los trabajadores denuncian una dejadez absoluta de INAER, una falta de seguimiento del pliego de condiciones al adjudicatario por parte de SASEMAR, y finalmente las deplorables condiciones de uso de los famosos EPI (Equipo de Protección Individual), un mono ignífugo homologado, y un casco, como ha tenido que hacer ver una Sentencia en Madrid, a esta misma empresa que cubre las emergencias médicas. Por no hablar de las denuncias de exceso de actividad de las tripulaciones, que según denunciaban en rueda de prensa hace unos meses los responsables de la Sección de Trabajos Aéreos de SEPLA, "estamos pasados de horas, y estamos entre la espada y la pared...", lo que implica que se está de hecho incumpliendo la normativa sobre actividad y descanso. ¿Por qué la DSA cuyo director es Rodríguez no ha intervenido de oficio tambien allí, o la propia directora de la Agencia no lo ha ordenado si tenía constancia? Otra tremenda respuesta tienen esas dos preguntas.