Aviación Digital, Sp. – El pasado miércoles 14 de junio de 2023, la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos anunció que exigirá una barrera secundaria en la cabina de vuelo de los nuevos aviones comerciales para garantizar la seguridad de las aeronaves, la tripulación de vuelo y de los pasajeros.
Las puertas de acceso a las cabinas de vuelo ya están fuertemente blindadas, medida que se adoptó después de los atentados terroristas del 11 de septiembre. Sin embargo, es cierto que existen algunos momentos en vuelo que la puerta de la cabina se abre, aunque tan solo sea por unos segundos, y en consecuencia es vulnerable a un ataque. La barrera adicional, que ahora exige la nueva normativa de la FAA, pretende proteger a las cabinas de vuelo de intrusiones no deseadas en estos casos.
«Cada día, los pilotos y las tripulaciones de vuelo transportan a millones de estadounidenses de forma segura, y hoy estamos dando otro paso importante para garantizar que cuentan con la protección física que se merecen«, ha declarado el Secretario de Transporte de EE.UU., Pete Buttigieg.
El anuncio marca el final de un esfuerzo que ha durado décadas, en parte porque los sindicatos de trabajadores del sector aéreo, las compañías aéreas y los fabricantes de aviones discrepaban sobre cómo debía aplicarse ese cambio y si las barreras debían exigirse en todos los aviones de pasajeros o sólo en los de nueva fabricación. La norma específica que los fabricantes de aviones estarán obligados a instalar barreras secundarias en los aviones comerciales fabricados después de la entrada en vigor de la norma.
«Ningún piloto debería tener que preocuparse por una intrusión en la cabina de vuelo«, declaró David Boulter, Administrador Asociado de Seguridad en funciones de la FAA.
La Administración Biden-Harris hizo de esta norma una prioridad en 2021. En 2022, la FAA propuso la norma, tras recabar las recomendaciones de los fabricantes de aeronaves y de los interlocutores laborales.
Los fabricantes también manifestaron que necesitaban tiempo para diseñar, construir y certificar los nuevos equipos. La FAA estimó en 35.000 dólares el coste de adquisición e instalación de cada barrera secundaria.