Aviación Digital, Sp. – El Ministerio de Transportes y Aena han anunciado que la ampliación del edificio terminal del Aeropuerto de Córdoba va a permitir iniciar vuelos regulares este mes de julio y la apertura de las nuevas rutas de conexión a lo largo del verano.
Las obras han supuesto una inversión de 2,2 millones de euros (IVA incluido) y ha permitido duplicar la superficie del edificio hasta los 1.000 m2. Según el ministro Óscar Puente: “Córdoba reúne todas las condiciones para atender vuelos comerciales y va a permitir operar las nuevas rutas aéreas que se abrirán este verano y comenzara en julio a operar vuelos regulares”.
En concreto, se garantiza ya para este verano la operativa de las dos primeras rutas comerciales regulares que se implantarán en el aeropuerto en 16 años. Se trata de las conexiones que Air Nostrum ofrecerá con Palma de Mallorca, a partir del próximo jueves, y Gran Canaria, desde el 23 de julio. Las instalaciones, no obstante, se estrenarán a primera hora de esta misma tarde, con la llegada de un vuelo chárter procedente de Basilea.
Trabajos de ampliación
Se han desarrollado actuaciones en las principales áreas funcionales, entre las que destacan la sala de embarque y la sala de recogida de equipajes, que disponen en la actualidad de más de 350 metros cada una. La ampliación del edificio terminal responde al creciente interés de las aerolíneas por operar con el destino Córdoba y permitirá optimizar la dotación de medios en los diferentes sistemas. Gracias a ello, los procesos aeroportuarios ganarán agilidad.
Entre otras mejoras, se ha incorporado un tercer mostrador de facturación o un segundo equipo de Rayos X adicional en el control de seguridad, que también dispone de una zona para que los pasajeros puedan distribuirse en cola antes de acceder al filtro e incorporará, en breve, dos lectoras automáticas de tarjetas de embarque.
La parte nueva del edificio terminal se ha acometido mediante construcción modular, una opción innovadora que ofrece los mismos niveles de calidad que la construcción tradicional. Por otra parte, esta técnica reduce tanto los plazos de ejecución (entre un 30% y un 50%) como el impacto ambiental, ya que la actividad en el emplazamiento donde se acomete la obra se reduce un 80% y la generación de residuos es significativamente menor. En la ampliación se ha incluido, además, la mejora de todas las fachadas del edificio y la renovación del acerado.