Miguel Gutiérrez / Aviación Digital, Sp. – Boeing sigue siendo el centro de las polémicas del mundo de la aviación por una u otra razón. Este fin de semana el fabricante americano abre las portadas por la muerte de un ex auditor de calidad del proveedor Spirit Aerosystems que había denunciado ante la FAA grandes defectos en la fabricación del 737 MAX. Hace dos semanas el denunciante, Joshua Dean, fue hospitalizado por problemas respiratorios. En el hospital desarrolló una neumonía y una grave infección que ha acabado finalmente con su vida.
La denuncia de Joshua Dean
Joshua Dean fue despedido de Spirit Aerosystems hace un año. El denunciante recurrió el despido alegando que tuvo lugar a modo de represalia por alertar de los graves problemas de seguridad en los procesos de producción del 737.
El otro denunciante muerto
Joshua Dean es el segundo denunciante que aparece muerto. El primero de ellos fue John Barnett, ex jefe de la planta de North Charleston. También denunció que la compañía desoyó sus alertas sobre seguridad y se ignoró el problema. Fue encontrado en su coche tras no presentarse a un juicio por difamación contra Boeing. La investigación sugiere que se suicidó aunque esta versión no convenció a la familia ni a sus abogados.
Otras denuncias similares
Dean y Barnett no fueron los únicos que señalaron que Boeing y su proveedor no ponían por delante la seguridad a la economía. El Senado de los Estados Unidos escuchó los testimonios de otros tres denunciantes que expusieron lo mismo: no se respetaban los protocolos de seguridad con tal de no retrasar las entregas. Los tres testigos añadieron que, además, se ponían en marcha campañas de acoso y derribo contra los denunciantes. Justo lo que señalaron Dean y Barnett.
Testimonios respaldados por la FAA
Estas denuncias son respaldadas por el examen que hizo la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos tanto a Boeing como a Spirit Aerosystems.
- El fabricante suspendió 33 de las 89 pruebas.
- Se identificaron 97 incidentes en los procesos. La mayoría tenían lugar por no seguir los propios estándares de la compañía.
- Spirit Aerosystems suspendió 7 de los 13 tests realizados.
La compañía se encuentra ahora mismo inmersa en un proceso de reconstrucción basado en la garantía de la seguridad como pilar fundamental. La vertiente económica ha quedado relevada a un segundo plano mientras el fabricante hace frente al enorme coste financiero y reputacional de sus problemas de seguridad.
