Aviación Digital, Sp– La auditoría realizada por la Administración Federal de Aviación (FAA) a Boeing y Spirit AeroSystems durante seis semanas, ha revelado una serie de problemas de seguridad.
La FAA puso en marcha esta auditoría después de que el vuelo 1282 de Alaska Airlines sufriera una rápida descompresión cuando la puerta sellada izquierda de la cabina central se desprendió de la aeronave a 16.000 pies de altura, el pasado 5 de enero.
The FAA has confirmed that Boeing and Spirit Aerosystems have serious quality issues, with a new audit revealing the pair, on several instances, failed to comply with manufacturing requirements. https://t.co/kLSO0RRYpl
— Dan | Dj’s Aviation (@DjsAviation) March 6, 2024
Los hallazgos anunciados por la FAA este 4 de marzo, representan más noticias preocupantes para Boeing y su socio Spirit, especialmente cuando la FAA declaró que durante su auditoría la agencia había encontrado «múltiples casos en los que las empresas supuestamente incumplieron los requisitos de control de calidad de la fabricación». Asimismo, también detectó «problemas de incumplimiento» en el control del proceso de fabricación, la manipulación y el almacenamiento de piezas y el control de productos de Boeing.
Es por ello, que Boeing debe responder en un plazo de 90 días a las conclusiones de la auditoría que le ha sido impuesta, así como al informe de un grupo de expertos publicado el 26 de febrero de 2024, en el que también se citaban fallos en los procesos del fabricante de aviones.
FAA gives Boeing 90 days to come up with quality control plan after 737 Max accident https://t.co/3dX0p5IGKM
— Gemma Shooter (@CIMACPDB2B) March 6, 2024
A raíz de este incidente, la FAA ha detenido la expansión de la producción del Boeing 737 MAX, y está explorando la posibilidad del uso de un tercero para llevar a cabo revisiones independientes de los sistemas de calidad. «La agencia aumentará su presencia in situ en las instalaciones de Boeing en Renton, Washington, y en las instalaciones de Spirit AeroSystems en Wichita, Kansas», confirmaron desde la FAA.
Además, se confirmó que la FAA revisará a fondo todas las medidas correctivas de Boeing, por lo que facilitó a ambas empresas, un resumen de los resultados de la auditoría.
Por otro lado, Boeing y Spirt AeroSystems confirmaron el 1 de marzo de 2024 el inicio de conversaciones para una posible reagrupación de las empresas. Spirit fabrica alrededor del 70% del 737 MAX y construye el fuselaje delantero del 787 y del futuro 777X y se escindió de Boeing en 2005.
Uno de los mayores clientes de Boeing, la aerolínea dubaití Emirates, dio su apoyo a esta posible adquisición de Spirit AeroSystems por parte de Boeing, afirmando que sería un paso hacia la resolución de la crisis industrial del fabricante de aviones.
Boeing cree que la reintegración de las empresas «reforzaría la seguridad de la aviación«, aunque ambas empresas admitieron que las conversaciones se encontraban en una fase muy temprana, y que aún no había garantías de que se pudiera llegar a un acuerdo.