Estimados amigos de Aviación Digital: Soy controlador aéreo en activo, estoy enormemente preocupado por el deterioro en nuestras condiciones de trabajo, y finalmente me he decidido a escribirles con la esperanza de que ustedes Sí publiquen (como vienen haciendo) nuestro punto de vista, manipulado y censurado en la mayoría de los medios. NO HABLAMOS DE DINERO, HABLAMOS DE SALUD LABORAL Y DE SEGURIDAD.
Estos días estamos siendo tristemente noticia por el incremento de bajas laborales que se ha venido detectando durante los últimos meses, concretamente desde la aplicación del decretazo que, en la práctica, eliminó el Convenio Colectivo que regía el sector del control aéreo.
Ayer, nuestros representantes, Daniel Zamit y Cesar A. Cabo, fueron invitados al programa "La Noria", para intentar explicar las causas de ese incremento de bajas en el colectivo y debatir si se debían a una huelga encubierta, tal y como afirma el Ministro, o no. Su intención era denunciar un problema de seguridad en las operaciones y de salud laboral del colectivo. En vez de eso, tuvieron que hacerse perdonar y justificar sus ingresos ante el presentador Jordi González (2,5 millones de euros por temporada), y los tertulianos (unos 6.000 euros cada uno) que, sin oficio conocido ni datos al respecto, gritaban, interrumpían constantemente, se burlaban y hacían demagogia fácil hablando de conducir camionetas, de por qué no teníamos estrés antes, y de lo quejicas que éramos los controladores trabajando 28 días al mes.
Nuestros compañeros hicieron lo que pudieron por hacerse oír, como gladiadores en la arena de la Roma más corrupta y embrutecida. * * * Primero acabemos ya con la obscena obsesión de los sueldos. Nuestros representantes (que tienen las cifras oficiales) ya dijeron ayer en el programa La Noria que las retribuciones de los controladores aéreos van, más o menos, desde los 2.700 a los 7.000 euros, según el centro, antigüedad y horas de trabajo. Ahora, si me lo permiten, intentaré explicarles por qué se producen las bajas y por qué muchas se deben al estrés: La realidad es la siguiente: nadie está haciendo huelga, lo que estamos es trabajando a destajo y cayendo como moscas. Antes éramos pocos (por eso se hacían muchas horas) y desde el Decreto somos todavía menos porque han "expulsado" a los mayores de 57 años, precisamente a los más expertos. La pregunta demagógica y engañosa es: "Claro. ¿y porqué antes cuando se hacían tantas horas extra no se quejaba nadie del trabajo?" La respuesta es muy sencilla. Las horas extra eran voluntarias. La empresa solicitaba gente y se apuntaba el que quería. Muchas personas daban prioridad a cuidar de su familia y a su vida privada y otras a trabajar (solteros, jóvenes, etc.) Así pues, LA VOLUNTARIEDAD es la clave: las horas extras las hacías cuando podías -ofreciéndote a trabajar en un horario determinado- y te organizabas previamente para hacerlas.
Además, sabíamos los turnos con tres meses de antelación -lo que ayuda a esa organización-. Ahora sólo sabemos los días que trabajaremos con diez días. Ahora estás forzado a ir, cuando ellos te digan y, en ocasiones, sólo con horas de preaviso. No es lo mismo hacer algo voluntariamente, que ser obligado y que, además, violen tus derechos y tu descanso. Es sucio y tramposo hablar de dinero cuando estamos pidiendo salud laboral y seguridad.
Pero, para entender el tema de las bajas y el desgaste, más importante que el número total de servicios, es el descanso durante el propio servicio: Antes del decretazo, se descansaba de noche un 50%. En un turno de 10 horas podías, con suerte, descansar cinco, y el hecho de enlazar varías noches seguidas no era tan duro. Además, lo que antes hacíamos entre tres, ahora lo hacemos dos personas. Ahora sólo se descansa el 30%, lo que significa que, si tienes suerte, habrás dormido tres horas realizando un trabajo como éste y trabajando más de 20 días y noches seguidos. Que, después de hacer esa noche, puedes entrar de tarde, y que, al salir de tarde, es posible que entres otra vez de mañana, a la larga, la falta de sueño y el cansancio acumulado, te pasan factura.
Ahora, para dar publicidad a los nuevos cursos y convocatorias, se ha puesto de moda decir lo importante que es nuestra labor, lo despierto que hay que estar y lo cualificado que es el personal de control para soportar el estrés del trabajo. -es curioso que simultáneamente nos traten a patadas-.
Ahí viene la segunda artimaña demagógica, burlándose, además, de nosotros: "Si están tan preparados para soportar la presión, ¿cómo es que se dan de baja por estrés y ansiedad?"
Pues bien, hablemos de dónde viene ese estrés que está causando bajas: Después de varios días al ritmo que he descrito, estás en el puesto de trabajo, cansado, con dificultades para mantener los niveles de atención, quizás has dormido tres o cuatro horas en las últimas 30 (M, N, T), y te das cuenta de que te acabas de despistar. Ha sido un sólo segundo. como cuando te quedas dormido al volante. pero sabes que has cometido un error. Esta vez no ha pasado nada porque te has dado cuenta o te ha avisado un compañero, pero ese susto se queda ahí. machacándote. Sabes que no estás en condiciones y tienes que seguir. Eso es lo que provoca la ansiedad, mezcla de miedo y sentimiento de responsabilidad. Cuando te vas a casa no te puedes olvidar. Sigues teniendo esa sensación en el cuerpo y sabes que, dentro de siete horas o de diez, tienes que volver a trabajar otras siete u otras diez en la misma precariedad de condiciones.
Tu responsabilidad es enorme, tu preocupación también y lo sensato sería decir "mire, yo así no puedo seguir porque es peligroso" pero, entonces, dicen que mientes, que estás en huelga, te acosan, te insultan en los medios o te presionan en la empresa: "atente a las consecuencias", te dicen. Ese es el estrés añadido al que nos referimos. Cuando un controlador tiene pesadillas relacionadas con el trabajo, sueña que da instrucciones y los aviones no le oyen o no le hacen caso. o que muchos aviones están llamando a la vez y no sabes quiénes son, ni dónde están en la pantalla, sabes que va a pasar algo y no puedes hacer nada. y te despiertas sobresaltado. Yo no sé qué intenciones reales ocultan nuestros políticos y nuestros gestores con este teatro mediático que han montado. Lo que sí puedo asegurar es que la Ley que nació para regular este sector lo ha puesto "patas arriba" y se está aplicando sistemáticamente de forma abusiva, casi vengativa. Y que nuestras condiciones laborales son propias de una dictadura tercermundista y están lejísimos de igualarse, ni siquiera parecerse, a las de nuestros compañeros europeos, como al parecer nos dijeron que era el propósito de este Estado de excepción laboral – creado vía Decreto-Ley dictatorial-.
Respecto del último tema polémico, ¿Hacemos huelga? Hace unos días, hablando con la familia, me decían. "claro, como no hacéis nada, la gente no tiene la sensación de que os esté pasando nada grave". y en la cantina del aeropuerto oí a un obrero decir: "No estarán tan mal cuando no hacen una huelga, como los de Metro de Madrid". Nuestros representantes, en un ejercicio de responsabilidad, dijeron ayer que descartan la idea de una huelga por que sólo el aviso ya sería dañino para nuestra maltrecha economía. ¿Que harían ustedes si les dicen que conduzcan un camión más horas de las debidas, o cuando no han dormido, y los responsables de la carga, de un posible accidente y de las consecuencias legales son ustedes? -no olvidemos las multas millonarias y penas de cárcel previstas en la Ley-. ¿Y si lo intentan y cuando ya no pueden más y se niegan a plegarse a los deseos del empresario, les acusan de estar en huelga, o de hacerlo para fastidiar, y les difaman y presionan públicamente? ¿Qué harían ustedes? Como dije al principio: No hablamos de dinero. Hablamos de salud laboral y de seguridad aérea que, en nuestro caso, como en el de los pilotos, van unidas.
Atentamente Fígaro.
