El gesto de la ministra Pastor ha sido reconocido por los controladores aéreos españoles en lo que vale. Pese a la desconfianza que los políticos se han ganado frente a la sociedad en general, y al sector aéreo en particular, Ana Pastor, como buena gallega, ha lanzado globos sonda para ver cómo está el patio, y en función de los inputs recibidos actuar o actuar. Ella sabe que ya no tiene otro remedio (véase el RD de Trabajos Aéreos, PESO, o el RD de Asistencia a las Victimas de Accidentes Aéreos por ejemplo).
La confianza de los controladores es una asignatura pendiente, que pese a los múltiples contactos que ha mantenido, tiene el importante handicap de los nombramientos en su propio ministerio. Pastor, sostiene y soporta el lastre de antiguos y significados nombres para los controladores aéreos. El caso de su Secretaria General de Transportes, Carmen Librero, quizás sea el más significativo, por la incomprensibilidad de su nombramiento para este colectivo, al ser el centro de todas las acciones que desembocaron en el ya tristemente famoso 3D de 2010. Con permiso de J.I.Lema, presidente de AENA, y del propio ministro Blanco.
Una frase recurrente entre los agentes comerciales es siempre "un cliente tarda años en hacerse y unos segundos en dejar de serlo". Muy al caso de la pérdida de confianza del colectivo de control aéreo español. No se entienden ni los nombramientos de la ministra en el Ministerio relacionados con su colectivo, ni dentro de la propia AENA, y concretamente en NA, especialmente el último del Director de Operaciones, Sr.Coronado. "Es como si además de todo el conflicto que hemos tenido que soportar en estos años, se premiara a los protagonistas con ascensos dentro de la cúpula del stablishment oficial…", nos indica una fuente conocedora de todos los entresijos del control aéreo español.
Pero sin duda alguna, el gesto de Pastor, como muestran las imágenes al asistir al 24º Congreso Nacional de USCA, al menos para los afiliados a ese sindicato mayoritario, si ha merecido un aplauso oficial. Ahora tras ese gesto, se deben materializar los actos de la necesaria normalización de las relaciones con este colectivo. Cosa, por otra parte, que éstos están deseando tras dos años y pico de incesante acoso y presión aerotecnocrática…