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Jordi Muñoz, el mayor fabricante de drones del mundo, es mexicano

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Madrid, SP, 18 noviembre de 2015.- (Notimérica).- Aún no ha cumplido los 30 años y hasta los 20 parecía que sólo la mala suerte le perseguía. Pero hoy, Jordi Muñoz es copropietario de 3D Robotics, el mayor fabricante de drones del mundo, fundada en 2009 junto a Chris Anderson (por entonces editor jefe de la prestigiosa revista 'Wired'), y que factura más de 20 millones al año. Esta es su historia.

Muñoz nació en Tijuana (México) y su sueño era cursar una ingeniería pero en 2007, con 20 años, recibió la segunda negativa del Instituto Politécnico Nacional de México para estudiar en la universidad. Con este nuevo fracaso, sin poder encontrar un trabajo satisfactorio y con una dura realidad familiar marcada por un mal divorcio de sus padres, Muñoz decidió coger las maletas e irse a Estados Unidos con su novia de entonces.

Y así, sin nada en los bolsillos llegaron a Riverside, en California para intentar lograr el sueño americano. «No había trabajo, todo era muy difícil. Entonces me metí en mi droga: clavarme en la computadora todo el día», cuenta Muñoz a la edición mexicana de 'Forbes'.

Poco a poco, el joven curioso descubrió Arduino, una plataforma de hardware abierta, es decir que te permite crear en tu casa el dispositivo que quieras y empezó a explorar las posibilidades que le permitía esa placa. Hackeó su Nintendo Wii, le quitó los acelerómetros y decidió instalarlos en un helicóptero de control remoto de juguete convirtiéndolo en un dron casero.

Todos sus avances los iba colgando en Internet pidiendo consejos y la gente le contestaba y animaba a que siguiera adelante. Cuando logró que el dron funcionara colgó un video de su creación en la página DIYdrones.com, un foro para los apasionados de los drones caseros.

Una de las miles de personas que vio su vídeo fue el emprendedor estadounidense Chris Anderson quien, además de haber creado DIYdrones.com, en esa época era editor en jefe de Wired. Sin conocer a Muñoz, Anderson decidió enviarle un cheque de 500 dólares para que siguiera fabricando placas.

«De todas las herramientas que necesitaba para producir las placas la más importante era un horno especializado que valía 50.000 dólares, un dinero que obviamente no tenía. Así que me fui a una tienda, compré un tostador por 30 dólares, lo modifiqué y lo convertí en un horno de soldadura, para poder cocinar las placas», explica el joven mexicano en una entrevista a BBC Mundo.

Muñoz creó 40 dispositivos que se vendieron online en unas pocas horas. El negocio millonario acababa de nacer.

Hoy 3D Robotics cuenta con más de 300 empleados, tiene su centro de desarrollo tecnológico en San Diego y fabrica los drones en Tijuana, que exporta a todo el mundo. Además cuenta con oficinas en la ciudad californiana de Berkeley y en Austin, Texas.

Muñoz asegura que, con lo rápido que está avanzando la tecnología, en los próximos años los drones se van a implantar en muchas áreas, como la agricultura, el periodismo o el transporte. Y, mientras, él continuará investigando y buscando nuevos retos, porque tal y como confesó a Forbes, si algo aprendió de sus difíciles comienzos es que «todo tiene solución. Nada más hay que tener paciencia. 99% es paciencia y 1% inteligencia. La vida sería muy aburrida si no tuviéramos problemas y obstáculos».

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