La Consejería de Turismo de la Junta no volverá a colaborar económicamente con la aerolínea estadounidense Delta, según ha anunciado hoy su titular, Luciano Alonso, quien ha descartado asimismo apoyar a la irlandesa Ryanair en la apertura de nuevas rutas en la región.
"No voy a colaborar económicamente con Delta nunca más", ha aseverado Alonso, quien ha recordado que la Consejería supo de la suspensión del vuelo Málaga-Nueva York el pasado año por la página web de esta compañía, y más tarde por escrito, por una decisión unilateral de su consejo de administración, que "dijo: ya no se vuela más".
Alonso mantiene que Iberia representa la "opción más sólida" para que la conexión entre Andalucía y Estados Unidos sea permanente, aunque el único vuelo directo existente actualmente -que une Málaga y Nueva York- es operado por Delta, y sólo tiene vigencia para la temporada de verano.
Delta suspendió el pasado octubre la conexión que había puesto en marcha en junio de 2008, tras alcanzar un acuerdo con la Junta en materia de promoción.
Ante esta situación, la Junta ha propuesto a Iberia que opere todo el año este vuelo, que Alonso ha calificado de "estratégico", no sólo para el turismo, sino también para otros sectores económicos como el agroalimentario, cuyos productos se exportan actualmente vía Amsterdam (Holanda).
Alonso también ha desechado la posibilidad de colaborar económicamente con otras compañías aéreas, incluida Ryanair, que informó días pasados de que negocia con la Junta "replicar" el modelo de Málaga -donde ha creado una base de operaciones- a otros aeropuertos andaluces.
El consejero ha aclarado que la Consejería no ha hecho "ninguna oferta" a Ryanair, y que ha sido esta compañía la que ha hecho una propuesta, que la Junta no prevé respaldar económicamente, al considerar que "sólo hay un vuelo estratégico", en referencia al de Málaga-Nueva York.
En un encuentro con la Asociación de Periodistas Turísticos de la Costa del Sol (Apertur), Alonso ha anunciado la apertura, en un plazo aproximado de tres meses, de una oficina de turismo innovadora, con carácter experimental, en el aeropuerto de Málaga, que aglutina la mayor parte del tráfico aéreo internacional en la región.
Para ello, se reformará el local existente en la zona de llegadas de la terminal T-3 del aeródromo malagueño, de unos 18 metros cuadrados, para pasar del enfoque tradicional basado en el reparto de folletos a otro de ocio asociado a la marca turística Andalucía.
La nueva oficina combinará la atención personalizada en cuatro idiomas con el uso de las nuevas tecnologías, como mesas táctiles gigantes en las que los turistas podrán ver planos y los lugares que pueden visitar.
Este proyecto se relaciona con la apuesta de la Junta por la creación de una comunidad virtual en la que las empresas comercialicen la oferta, que es uno de los principales retos de un destino en el que el 70 por ciento de los visitantes que recibió en 2009 se había informado a través de internet.
