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abril, viernes 19, 2024

La AENA de Vargas pretendió deslegitimar al Defensor del Pueblo

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Madrid, SP.- El Informe Anual del Defensor del Pueblo de 2017 aporta algunos datos relativos por ejemplo a los Aeropuertos en el apartado de Infraestructuras. Uno muy sintomático del perfil del anterior presidente de Aena, Vargas, es cuando el Informe señala»inicialmente, AENA negó la legitimación al Defensor del Pueblo (DP) para investigar las quejas de los ciudadanos, que suscite su investigación«. Esto efectivamente da muestra de un talante soberbio ante la Institución, de sus gestores, y especialmente de su presidente.

El Defensor del Pueblo tuvo que contestar a Aena recordándole que una entidad pública, con capital mayoritariamente público, «está sujeta a supervisión«. Pero es más, en un acto que se puede interpretar como que el Defensor del Pueblo se «chotea» abiertamente y reprende, empleando una terminología propia de dicha Institución, de la chulería que se deduce de lo que el DP tuvo que responder a Aena, le recuerda que «se trata de una sociedad mercantil estatal y, por tanto, forma parte del sector público institucional«. Tener que recordar esto a una Entidad Pública no deja de llamar la atención, pero es un claro síntoma de las mentalidades que regían Aena, S.A., una vez que Vargas había conseguido ya el logro expoliador de la salida a Bolsa del Ente Público en febrero de 2015.

Es interesante ver como el Defensor del Pueblo señala a Aena que por lo menos debe ser considerada como «agente de la Administración pública» y señala que «en consecuencia queda sujeta a la supervisión por esta Institución» pero redunda el Defensor del Pueblo, y aquí viene la crítica a la actitud de Aena «se detecta aquí no sólo un error funcional o sobre jurisdicción, sino tambien una concepción confusa de la función y de la naturaleza jurídica de la sociedad mercantil pública, que siendo mercantil es tambien pública, incluso puede decirse que es primordialmente pública, aunque por su forma de personificación se rija esencialmente por el derecho privado. Se considera conveniente tener siempre muy presentes las implicaciones de formar parte del sector público» Es decir el DP le tiene que recordar nada menos que al presidente de Aena su carácter público, algo que según se ejemplifica más adelante evidentemente estaba siendo olvidado. No de forma casual, puesto que el postureo contínuo durante la gestión del tal Vargas iba dirigido a los accionistas privados de la entidad tras la salida a Bolsa, «olvidando» ese carácter público que el Defensor del Pueblo le recuerda expresamente.

Se trata en el lenguaje de la Institución un rapapolvo en toda regla, sin duda, pero además se trata de toda una reprimenda a un gestor de lo público que parece sólo estar mirando al 49% del accionariado de la SA en que se convirtió Aena. No extraña, pero hace que la sombra sobre este proceso se alargue aún más si cabe. Precisamente ayer conocíamos la sanción diez millonaria a PwC que auditaba la salida a Bolsa de Aena. Esto comienza a apestar, y quizás el posicionamiento del Defensor del Pueblo esté señalando una mentalidad incompatible con lo público, y un perfil claramente en la defensa de la parte privada de esta empresa mayoritariamente pública.

Inicia el Informe del DP con algo que suena a «Sentencia»: La privatización de AENA ha traído como consecuencia ciertos cambios en la gestión de los aeropuertos españoles, pues la empresa pública ha adoptado decisiones orientadas a aumentar sus ingresos en la gestión del espacio aeroportuario; algunas de esas decisiones han provocado el malestar de los ciudadanos, que se han quejado al Defensor del Pueblo». Ese era el objetivo ciego de la gestión de Vargas y de la privatización exactamente. De forma oficial nadie lo había definido tan bien. Y pone una serie de ejemplos que precisamente es en lo que la prensa generalista se ha fijado del Informe respecto a nuestros aeropuertos. Pero esos ejemplos anecdóticos o no, son precisamente los síntomas de lo que se ha producido en estos tres años:

«Otro ejemplo de estas dificultades se encuentra en la huelga del verano de 2017 en el aeropuerto de El Prat-Barcelona, asunto mencionado en el apartado sobre contratación administrativa.

Se han recibido quejas que han tenido por objeto la pérdida de espacio público en los aeropuertos, debido a la tendencia a transformarlos en áreas comerciales, con una nueva organización orientada a la rentabilidad, que llega al extremo de obligar a los pasajeros a transitar los aeropuertos por el interior de los establecimientos comerciales. Las actuaciones continúan en curso (17010194 y 17024969).

Algunas quejas han tenido por objeto el precio excesivo de los productos básicos, sobre todo el agua. Tras la apertura de una investigación, las actuaciones se dieron por concluidas ante el compromiso de AENA de poner a disposición de los ciudadanos fuentes de agua potable, así como de limitar los precios de venta máximos de las botellas de agua a los operadores de restauración en el aeropuerto, a un precio 1,60 € para las máquinas vending (16010195, 17001060, 17011381).

También se han recibido quejas contra el establecimiento de una tarifa por el uso del aparcamiento de Málaga, donde AENA ha establecido un nuevo servicio denominado «parking express» donde solo los 15 primeros minutos son gratuitos (17013959, 17024464)»

Lo de los abusivos precios del agua es bastante sintomático. Lo de convertir los aeropuertos en centros comerciales, es una gran horterada típica de una gestión hortera inspirada en las tiendas de las gasolineras. Perdiendo evidentemente el espíritu funcional de lo que debe ser un aeropuerto, y evidentemente molestando con ese modelo de «encajonamiento» del pasajero hacia las tiendas de la infraestructura, que al menos en el caso del que suscribe produce el efecto contraproducente al pretendido.

Jamás pagaré por un zumo de naranja en España 3,50€. En el país de las naranjas eso suena a chirigota. En una ocasión le pregunté a un trabajador en uno de esos establecimientos que qué «garantía» tenían las naranjas que utilizaban, si eran nacionales, etc… aquel buen hombre finalmente me reconoció que las naranjas dudaba que fueran españolas ,pero que las manzanas que creo recordar cobraban a 2,5€ o 3,5€ la unidad, provenían de Italia… Todo un ejemplo.

Recuerdo que en mi primer viaje a USA, un cubilete de fruta fresca perfectamente pelada y presentada costaba exactamente un dólar… Mientras que los aeropuertos se han convertido en mercadillos de las distintas franquicias, en general con una calidad que no se corresponde con los precios (tómese como ejemplo un simple café) hemos visto como los trabajadores, han visto sus condiciones precarizadas precisamente en estos años. Tanto lo de los establecimientos aeroportuarios, como los propios de Aena, lo que no deja de llamar la atención.

Evidentemente la privatización ha conducido a la precarización, tambien del servicio al pasajero que deambula por estos horribles e insostenibles edificios esculturales y poco funcionales en los que se han convertido nuestros grandes aeropuertos.

José Manuel Vargas estuvo 1750 largos días en el cargo, desde enero de 2012 hasta 15 de octubre de 2017. El sindicato CGT describía así el histórico momento señalando que Vargas se iba «dando un portazo»

 

 

 

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