Aviación Digital, Sp.- La Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos ha anunciado una nueva directiva de aeronavegabilidad (AD) que afecta a todos los modelos Boeing 787-8, 787-9 y 787-10. Esta normativa, que entrará en vigor el 24 de septiembre de 2024, responde a reportes de daños por calor en los inlets de los motores, concretamente en la zona del conducto de anti-hielo del motor (EAI) dentro del compartimento trasero del inlet.
El problema fue detectado tras una investigación que reveló que los sellos entre los conductos internos y externos del motor, así como entre el conducto externo y el compartimento trasero, se habían degradado o estaban ausentes. Esto provocó filtraciones de aire caliente hacia el compartimento trasero, exponiendo los componentes del inlet a temperaturas extremadamente elevadas, lo que ha puesto en riesgo la integridad estructural de los motores.
Acciones requeridas
La directiva de la FAA establece una serie de acciones que los operadores de Boeing 787 deberán cumplir para garantizar la seguridad de las aeronaves. Estas incluyen una revisión exhaustiva de los registros y la actualización de la lista mínima de equipos (MEL), además de la inspección de los inlets de los motores para identificar signos de daño térmico. Si se detecta algún daño, los operadores deberán reparar o reemplazar los sellos del conducto de anti-hielo, e incluso sustituir el inlet completo del motor si es necesario.
Además, la directiva prohíbe la instalación de inlets de motor que hayan sido sometidos a condiciones específicas de calor sin haber sido previamente inspeccionados y corregidos.
Impacto en la industria aeronáutica
Se estima que la directiva afectará a al menos 110 aviones registrados en los Estados Unidos. Aunque los costos iniciales de cumplimiento incluyen actualizaciones de la MEL y la revisión de los registros, los costos adicionales por las inspecciones y reparaciones dependerán del estado de los inlets afectados en cada aeronave. La FAA no ha proporcionado una estimación precisa del costo total, debido a la variabilidad en la extensión de los daños y las reparaciones requeridas.
Esta medida se considera un paso intermedio, ya que la FAA continúa investigando el alcance del problema. No se descartan futuras normativas que puedan requerir acciones adicionales por parte de los operadores de los Boeing 787.
Contexto y seguridad aérea
La emisión de esta directiva subraya la importancia de mantener la integridad estructural de las aeronaves para garantizar la seguridad en vuelo. La posibilidad de que el daño térmico cause la separación del inlet del motor de la aeronave representa un riesgo significativo, tanto para la seguridad de los ocupantes como para la integridad del vuelo.
La FAA ha tomado esta medida preventiva en respuesta a los riesgos identificados, y espera que la industria se adhiera estrictamente a los requisitos establecidos para mitigar cualquier peligro potencial antes de que puedan surgir incidentes más graves.