Para todos los conflictos, y para unificar a la masa laboral, ha de contarse con un buen himno, !un himno de guerra!. Si la premisa es que se han vulnerado derechos fundamentales de los trabajadores, y acuerdos firmados entre estos y la patronal, como puede ser un Convenio Colectivo, habrá que poner en marcha toda una serie de medidas, y entre estas los símbolos. El grave precedente indica que no es el momento de mantener una actitud tibia y moderada. La agresión se ha consumado. Creo que izar banderas en las torres y centros de control, sería una sencilla excusa para aumentar el nivel de represión del Estado-patrón. Pero un himno, un buen himno debería sonar en todos aquellos lugares en los que aún se puede escuchar música en libertad (en los automóviles al dirigirnos al puesto de trabajo, en las zonas de descanso, etc…). Hay una canción, cuyo título, en el oficial idioma OACI, el inglés, firmada por Greco/Bedi: "You can kill my money, but you can´t kill my spirit…", e interpretada en su LP del año 1983, por Eric Burdon, que viene como anillo al dedo en letra y ritmo. Viene al hilo del artículo de MP, en el que rememoraba la canción de Jarcha, de unos años antes, romántica y nostálgica, pero sin la suficiente fuerza rítmica como para hacer "bailar torres y centros de control". Si alguien no está dispuesto a oir lo que hay que oir, que no siga leyendo…
Del LP en cuestión, titulado simplemente "ERIC BURDON", hay otros temas que podrían venir al caso como "Who gives a fuck" o "Sweet blood call", pero pasando por otra versión melosa y archiconocida de la "House of the Rising Sun", llegaríamos al tema con el que se abre el álbum "Power company", y si se encontrara un grupo que pudiese cambiar la letra y cantar "Power Ei Ti Si", ya tendríamos resuelta la cuestión. De momento "You can´t kill my spirit", podría valer.
Recientemente, hablé con algunos camaradas de aquellos años en los que se editaban discos como éste, en plena movida madrileña, Rock Ola, Tierno Galván, que si levantara la cabeza volvería a donde descansan los hombres agnósticos coherentes, y me indicaban que 27 años después se están dando las condiciones objetivas para la revolución de las conciencias, aquella revolución que en la España de 1936 contaba con cerca de un millón de afiliados a la CNT y FAI, que casualmente, y esto es memoria histórica de verdad, fueron eliminados fisicamente en muchos casos por aquellos que decían defendían a la clase trabajadora, hasta su exterminio total.
Alguien, me contó un día que aquellos balazos de la puerta de Alcalá, que casi todo el mundo atribuye a la heroica defensa de la capital, son el reflejo de la eliminación de elementos anarquistas, por los que decían que estaban defendiendo la República, bajo la supervisión de la Unión Soviética, y que tanto en España, como en la propia URSS (las purgas de Stalin), supuso la desaparición de dicho movimiento a sangre y fuego.
Las actuales circunstancias, afortunadamente son diferentes. Pero sindicatos como CC.OO., USO y UGT deberían hoy mejor que ayer, dar una clara explicación de su postura en todo el proceso privatizador de los servicios que presta AENA, y en las contrapartidas que ésta, como es lógico, estará ofreciendo a los denominados sindicatos de clase -denominación absurda en este y tantos casos-, para provocar la desunión del colectivo profesional dentro de AENA, representado por los sindicatos profesionales en Navegación Aérea (lo mismo que está ocurriendo en otros colectivos como pilotos, TMA, TCP, etc…), dentro de una estrategia global en el sector aeronáutico. Un ejemplo evidente es el que precisamente estos sindicatos se sienten a dialogar de cualquier cosa con un Sr. llamado Díaz Ferrán, que desde un punto de vista sindical es simplemente un interlocutor-totem de lo que algunos empresarios en el sector entienden que es un compañía aérea. Ni que decir tiene la limitación del derecho de manifestación de los trabajadores de Air Comet, en el día de ayer, y el peligroso precedente que esto supone. Se excuse como se excuse desde la Delegación del Gobierno en Madrid. Luego vendrán a por tí,…, y será demasiado tarde. Y esos sindicatos, está claro no van por la defensa de estos trabajadores.
El objetivo patronal está claro en este caso concreto: buscar los huecos para hacer pasar a estos sindicatos sin representación alguna en la Navegación Aérea española, mediante posicionamientos sin el filtro de las urnas, directamente. Es decir, y en español claro y paladino, la toma del poder en Navegación Aérea por los sindicatos de este perfil, frente a los sindicatos profesionales, que realmente son la bestia negra para AENA. Por otra parte la propia AENA, cuenta entre su estructura con la infiltración sindical de esta clase.
Precisamente, todas estas condiciones se dan en el momento en que Aeropuertos y Navegación Aérea se van a separar. Se van a privatizar, simple y llanamente. Pero Navegación, lo va a hacer de otra manera, por una puerta distinta a requerimiento de Europa.
Seguiremos conspirando…