Alba Sanz/Aviación Digital, Sp.- Un Boeing 777 de la aerolínea United Airlines se precipitó a unos 775 pies del nivel del mar durante una caída de 21 segundos, poco después de producirse el despegue desde el aeropuerto de Kahalui, en la isla hawaiana de Maui, según ha revelado un informe de seguridad aérea de The Air Current. El suceso , que no se había informado hasta ahora a pesar de que ocurrió el pasado 18 de diciembre, se suma a una serie de incidentes de seguridad, además de importantes interrupciones operativas, que llevan notificándose en Estados Unidos desde hace varios meses.
El vuelo 1722 despegó desde Maui, con destino a San Francisco, a las 02:49 PM hora hawaiana en mitad de un clima tormentoso. En los primeros instantes, el despegue se produjo con aparente normalidad, llegando a situarse a 2.200 pies de altura, momento en el que comenzó una inmersión empinada que, de acuerdo con la telemetría del seguimiento, llegó a alcanzar una tasa de descenso de casi 8.600 pies por minuto.
El avión consiguió recuperarse rápidamente en menos de 41 segundos, cuando este se encontraba solamente a 775 pies sobre el mar. En este sentido, los pilotos a los mandos de la aeronave consiguieron ascender hasta alcanzar los 33.000 pies para posteriormente aterrizar en California, sin notificar ningún herido.
Aunque aun se desconocen los motivos de este incidente, el factor metereológico pudo ser una de las causas del mismo. Y es que, de acuerdo con la información meteorológica disponible en ese momento, el despegue se produjo en mitad de una fuerte tormenta que hizo batir el récord diario de precipitaciones de Kahalui.
De hecho este incidente se produjo el mismo día en el que los pasajeros de un vuelo de la aerolínea Hawaian Airlines denunciaran varios heridos, seis de ellos graves, después de atravesar intensas turbulencias, causadas por la meteorología, cerca de la isla de Maui.
Un portavoz de United confirmó el incidente tras señalar que la aerolínea «se coordinó con la FFA y la ALPA en una investigación que finalmente dio lugar a que los pilotos recibieran capacitación adicional. La seguridad sigue siendo nuestra máxima prioridad».
Asimismo destacó la «cooperación de los pilotos con la investigación», señalando, además que los pilotos involucrados contaba con un total de 25.000 horas de tiempo total de vuelo. Por otro lado, desde la aerolínea argumentaron que no informaron a la Junta Nacional de Seguridad del Transporte debido a que consideraron que el incidente «no cumplía con con los criterios de notificación de la NTBS».