Florencia Amat / Aviación Digital, Sp. – Al menos 36 personas, 11 de ellas de gravedad, han resultado heridas en un vuelo de Phoenix a Hawaii de Hawaiian Airlines el pasado domingo 18. El vuelo sufrió fuertes turbulencias una media hora antes de aterrizar, lo que llevó a algunos pasajeros a despegar de sus asientos e incluso a golpearse con el techo del avión.
Según la Administración Federal de Aviación (FAA), el vuelo HA35 de Hawaiian Airlines (Airbus 330-200) informó de las turbulencias sobre las 10:35, hora estándar de Hawaii. Ya en el aeropuerto de Honolulu, varios pasajeros y miembros de la tripulación tuvieron que ser derivados a inspección médica en la propia instalación, mientras que otros fueron trasladados al hospital más cercano.
La aerolínea pide “disculpas a sus clientes por este incidente y agradece a sus tripulantes, equipo de primeros auxilios, personal del hospital y equipos del aeropuerto su respuesta coordinada”. También aseguran que la aeronave será “sometida a una inspección minuciosa antes de devolverla al servicio”.
Experiencias de los pasajeros
El avión transportaba 278 y 10 tripulantes. De estos, 17 pasajeros y 3 miembros de la tripulación fueron trasladados al hospital, donde 11 fueron tratados como casos severos y los 9 restantes como menores. Entre las lesiones, se incluyen un traumatismo craneoencefálico grave, laceraciones, contusiones y pérdida de consciencia, según informó el servicio de urgencias de Honolulu.
Según algunos pasajeros, las turbulencias no parecían nada del otro mundo al principio. Sin embargo, pronto empezaron a ser cada vez más intensas y ni siquiera el uso de los cinturones de seguridad pudo contener a muchos pasajeros en sus asientos. Tanto las personas como la propia aeronave salieron dañadas.
Cuando finalizaron las turbulencias, un miembro de la tripulación habló por el sistema de altavoces pidiendo ayuda a cualquier miembro del personal médico o militar para atender a los pasajeros heridos, explicó una pasajera que no resultó herida. «Estoy agradecida de que hubiera gente que diera un paso al frente y ayudara, porque parte del personal lo necesitaba», dijo. «Todo el mundo se ayudaba mutuamente. Controlándose unos a otros y recogiendo cosas».
Problemas meteorológicos
Thomas Vaughan, meteorólogo en el Servicio Nacional de Meteorología en Honolulu, dijo que en el momento del incidente hubo ya un aviso meteorológico previo de tormentas que incluía Oahu y zonas que habrían incluido la trayectoria del vuelo. Jon Snook, director de operaciones de la aerolínea, dijo que Hawaiian Airlines no había experimentado «un incidente de esta naturaleza en su historia reciente». La compañía aérea estaba al corriente de este aviso, pero no tenía ninguna advertencia de que la zona de aire en la que se produjeron las turbulencias «fuera peligrosa en modo alguno», dijo Snook.
La investigación posterior al accidente revelará qué estaban haciendo los pasajeros y la tripulación en el momento de las turbulencias, así como la altitud que perdió la aeronave durante este periodo o si entre las causas del suceso se encuentra alguna que no implique los efectos meteorológicos adversos.