La aerolínea no volará el domingo en Hondarribia. Los viajeros critican la «falta de seriedad» de la compañía y piden «más control» para que situaciones así no se repitan. Poca gente esperaba ya que la aerolínea Ándalus comenzara a operar en Hondarribia el 2 de mayo, como anunció tras dos aplazamientos consecutivos. De hecho, en la web de la compañía hacía tiempo que se habían dejado de ofertar los vuelos con el aeródromo guipuzcoano. Pero faltaba la confirmación oficial. Artículo en DIARIO VASCO
Fuentes de la compañía y de Aena confirmaron ayer a este periódico que el próximo domingo no despegarán ni aterrizarán en Hondarribia los aviones que iban a abrir nuevos enlaces con Madrid y Barcelona, rompiendo así el actual monopolio de Iberia. Según explican en la aerolínea, los vuelos se vuelven «a aplazar», sin fecha fija a la vista. ¿Pero qué ocurre con aquellos viajeros que se aventuraron a comprar un billete para volar con Ándalus? De momento, no han recuperado el dinero del vuelo que en su día adelantaron. Al menos, así lo confirman los viajeros con los que ha contactado DV y que contrataron vuelos con Madrid y Barcelona. La compañía, por su parte, asegura que se va a devolver el dinero a todas las personas que adquirieron su billete. «Estamos trabajando en ello», señala. Pero el cabreo y la desconfianza de los viajeros afectados, cuya cifra real se desconoce, crece cada día que no reciben el montante de los billetes. «A día de hoy no sabemos absolutamente nada», denuncia Luis Ángel López, un donostiarra que vio truncado su regreso de Madrid por la cancelación de los vuelos de Ándalus. Como su compañera de trabajo, compró el billete de Ándalus mediante una agencia de viajes en internet. «Pusimos una reclamación tanto en las agencias como en Ándalus, y la aerolínea, a las dos semanas, me mandó un correo diciéndome que se desentendían del asunto porque habían avisado previamente a la agencia. Me dijeron que reclamara al intermediario». Y en eso está, aunque sin respuesta. «Llevo un mes esperando. Por eso me estoy planteado realizar una reclamación en la OCUV o en Consumo del Gobierno Vasco», explica el donostiarra. A Luis Ángel le deben los 75,70 euros del billete que le iba a llevar de Madrid a Donostia el pasado 26 de marzo. «También voy a reclamar los 395 euros que me costó el billete de Iberia que tuve que comprar para poder regresar a casa», señala. Aquel día, coincidieron con otros pasajeros afectados en el mostrador de Aena de Barajas. «Nadie nos avisó previamente ni por teléfono ni por e-mail. Nos enteramos en el mismo aeropuerto de que no había vuelo, que ni siquiera estaba ni programado», afirma con enfado. Al donostiarra le parece «una falta de seriedad total» el modo de actuar de Ándalus y reclama «más control» para que situaciones como ésta no se repitan. Gaizka, un hondarribiarra que reside desde hace ocho años en Barcelona y que acostumbra a volar en el aeródromo de su localidad, tampoco ha visto todavía ni rastro del dinero del billete que compró para el 5 de abril. De hecho, se enteró por la prensa de la cancelación. «Posteriormente, un día después de intentar contactar con Ándalus por medio de su nefasto teléfono de atención al cliente -902996264-, recibí una llamada en el móvil indicando la cancelación de mi vuelo y remitiéndome a un e-mail, a donde tengo que reenviar mi número de cuenta corriente donde posteriormente se me ingresaría el dinero», explica. Ha pasado el tiempo y Gaizka no ha recibido el dinero. «A estas alturas he empezado a sospechar de la existencia, veracidad y seriedad de la compañía Ándalus», añade. Fuentes de Aena confirman que Ándalus en ningún momento se puso en contacto con el aeropuerto de Hondarribia, aunque en su día sí reservó operaciones en Barajas. «Aplazamiento temporal» A pesar de los tres retrasos injustificados, desde la compañía no cierran las puertas a volar desde Hondarribia. Otra cosa es el éxito que pueda tener su oferta, ante la desconfianza que ha generado su actuación entre la potencial clientela. «Es un aplazamiento temporal por una serie de problemas técnicos», señalaron desde Ándalus. Precisamente, ésa ha sido la razón esgrimida por la empresa en los sucesivos aplazamientos, sin entrar en los problemas económicos que atraviesa la compañía y que llevaron a que un juzgado malagueño precintara dos de sus aviones, por impago del alquiler. «Lo que no es cierto es que los trabajadores no estén cobrando sus salarios. Sí se perciben», señaló el portavoz. Según explican, en la actualidad Ándalus está negociando con otros proveedores para conseguir nuevos aviones con los que operar en nuevas rutas como Hondarribia. «La intención es retomarlo cuando sea posible», añadieron. Promesas.