El recorte de los sueldos de los controladores aéreos ha sido una de las medidas más mediáticas de las llevadas a cabo por Lema. El presidente de Aena afirma que fue "una decisión valiente del ministro" de Fomento, que por primera vez plantó cara a una situación "insostenible" porque "el sistema de transporte aéreo así quebraba", dice, con retribuciones que en algún caso rozaron el millón de euros anual por trabajador. "No fue por poner firme a nadie, sino por corregir una situación que era inadmisible para el país y los aeropuertos", pone por delante el responsable de la gestión aeronáutica española. Artículo completo en EL XORNAL DE GALICIA
Defiende que la reforma permitió recortar 200 millones de déficit, lo que alejó la amenaza de Europa de retirar la licencia de operador a España e hizo posible avanzar en el nuevo modelo de gestión, en el que Aena buscará capital privado para el 30% de la gestión de los aeropuertos.
Lema relata que a su llegada a la presidencia de Aena, hace algo más de un año, había 2.400 controladores que suponían casi 800 millones de masa salarial. "Cobraban unos 334.000 euros de media al año, un salario que no lo cobra ni el 0,1% de los ejecutivos", dice, pero "el problema es que un controlador español ganaba tres veces más que uno británico y producía solo la mitad", lo que llevaba a que los aeropuertos españoles cobraran las tarifas más caras de Europa, con las que ni siquiera cubrían costes. "Si la navegación aérea fuera una empresa estaba quebrada porque cada año perdía 200 millones euros", zanja.
Lema se sentó con los sindicatos para acordar un sistema de mejora de la productividad gradual y rebaja de las tarifas. "El fracaso fue absoluto", asegura y censura la actuación del sindicato de controladores, que a su juicio "bloqueó por completo las negociaciones" cuando propuso mejorar la productividad a cambio, no solo de un aumento del 40% de los sueldos, sino el "disparate" de hacer vitalicias las condiciones de prejubilación. "Querían ganar 170.000 euros al año hasta morirse, por no trabajar desde los 52 años", censura.
Explica que el problema era un sistema "basado en hacer horas extra" en virtud de acuerdos laborales por los que la jornada anual era de1.200 horas más hasta 600 extraordinarias, que se pagaban al triple y que gestionaba el sindicato. Ante la falta de consenso y a la vista de que parte de los acuerdos vencían el jueves Santo, Aena se levantó de la mesa y resolvió, por decreto, la regularización y la liberalización del control aéreo. Aun así, Lema aclara que los ya contratados "van a ganar de media 200.000 euros, que es ocho veces más que el salario medio". "Algunos dicen que ya no llegan a final de mes; es una burla al ciudadano", opina.