Guadalajara, SP.- Escribimos desde la Cuna Aeronáutica española quizás en el momento más crítico profesionalmente que ha vivido el Sector de Helicópteros en nuestro país desde que este medio está en el aire, allá por el año 2000. No olvidamos las épocas en las que la sangre de los valerosos pilotos de estos críticos servicios esenciales para nuestra Sociedad, impregnaba los campos, montes y mares con numerosísimas e inasumibles tasas de siniestralidad. Ahora lo que está en serio peligro es la propia profesión de los que vuelan esas alas rotatorias continuamente, para salvar vidas, ya sea en helicópteros HEMS o de Búsqueda, Rescate y Salvamento en nuestras costas, o que intentan preservar la propia naturaleza extinguiendo los incendios que cada vez asolan con más intensidad nuestros bosques.
Vaya por delante la clara evidencia de que técnicamente tanto volar un helicóptero por ser por definición un «helicóptero», por el tipo de operaciones que acometen, las condiciones en las que las realizan habitualmente y las habilidades entrenadas necesarias, sea quizás el pilotaje de mayor complejidad que existe en el ámbito profesional de la aviación civil. Por esto precarizar aquí, es esclavizar a estos profesionales sin paliativos.
Se trata de Servicios Públicos tan esenciales como lo son para la propia vida o la propia muerte de personas o bienes naturales, y la destrucción de los materiales. El último capítulo lo describíamos hace escasos días cuando las primeras alarmas saltaban al llegar al límite tolerable de la precarización laboral de estos profesionales por parte de la multinacional británica Babcock MSC en España (ex-INAER), el hasta ahora mayor operador de helicópteros en nuestro país y del que dependen Salvamento Marítimo, MAGRAMA, Comunidades Autónomas a lo largo y ancho de todo nuestro país. En este contexto nos llega una carta que describe perfectamente la situación que se está viviendo y que está a un sólo paso de estallar… Los pilotos de helicópteros y de TTAA están hoy en pie de guerra y a un paso de comenzar a luchar por la constante degradación y precarización profesional que llevan décadas soportando. El momento es AHORA.
Estimados compañeros pilotos y lectores diversos:
Hace un rato me llegaba una noticia que me ha alertado al mismo tiempo que me entristecía, causándome una total vergüenza sobre los acontecimientos que van afectando al tiempo al sector de los pilotos en general, pero de manera más lúgubre, y posiblemente más acuciante a los pilotos de helicóptero.
Supongo, compañeros pilotos que os sentiréis afectados tanto como yo al oir noticias como la nueva situación que pretende proclamar Babcock entre sus filas y que finalmente sin la unión necesaria en nuestro gremio, hemos tolerado y «mancillado» nuestro nombre, decoro y profesionalidad en «post» de que crean que puedan hacer lo que les venga en gana. Tener en cuenta TODOS de que somos un GRAN sector con una noble y dichosa causa que rendir y estar orgullosos por ello; desde los compañeros HEMS (Helicopter Emergency Medical Service) pasando por SAR (Search & Rescue) como la labor que yo mismo he desempeñado durante 4 años en la extinción de incendios (FFF) además de las muchos otros TTAA (Trabajos Aéreos) que desempeñan miles de compañeros y profesionales del sector.
¿Qué es lo que nos pasa en este precioso mundo de la aviación, y concretamente en lo que me toca? Los años casi 10 años en los que he tenido la suerte de poder cumplir un sueño al poder pilotar un helicóptero, para que nos hayamos perdido tanto el respeto ante nosotros mismos, y toleremos cualquier situacion que nos dispongan.
A lo largo de los años, todos nosotros hemos ido perdiendo no sólo amigos, compañeros, personas tan encomiables como estupendas, y grandes pilotos en las distintas secciones que les haya tocado volar (HEMS, FUMIGACION, SAR, FFF, TTAA en general…) Además de posiblemente DEMASIADAS razones personales de las que sólo un piloto puede detallar como el tiempo con la familia, la crianza de unos hijos, el tiempo, la distancia, el temor, el clamor, la ausencia…. y pocas personas, posiblemente, sólo esas unidas a esa vida del piloto en TTAA puedan o quieran llegar a entender, como para DOBLEGARNOS ante las constantes situaciones vergonzosas que nos tocan a cada paso que damos, pala que bate, bambi que abre, fuego que es extinguido, herido transportado, campo fumigado, pesquero rescatado ….
Compañeros pilotos: ¡Claro que todos tenemos nuestras causas!, razones, justificaciones, pretensiones o enmiendas que cumplir, pero creo que ya va siendo TARDE para todos nosotros en tener la valentía, osadía, honor, o lo que coño sea que nos falte, para levantar la voz de una vez… Pero no al tono que conforman las actitudes constantes de nuestro colectivo, tan ajenas a los demás, y vociferando sólo en nuestra propia y modesta gesta, sino salvaguardando los principios básicos por los que nos hicimos pilotos, con la pasión de los primeros vuelos, y nuestras primeras maniobras, emocionados, al mantener nuestro primer «HOVER» (Estacionario)…
Creo firmemente que tenemos tanto un noble trabajo que realizar como, personalmente, al menos, una maravillosa suerte en hacer lo que hacemos. Sintámonos orgullosos como para trabajar unidos en mejorar nuestro proyecto.
Con toda la ilusión de poder seguir trabajando a vuestro lado…
Atentamente,
Rod G. Franks
CPL (H) ESP/FCL 42130
LPC (Language Proficiency Check Examiner)
P.S: Casualmente, pude leer una nota de quien supongo es un compañero piloto de helicóptero, que escribió esta nota bajo el pseudonimo de seki grishchenko. Me sentí muy identificado con su escrito porque he vivido, sentido y sufrido cada una de las situaciones que detalla en su escrito. Imagino que como todos esos compañeros de helicóptero que espero puedan leer este escrito. Al sentirme avergonzado por ello, creo que es el limite que va marcando el aguante de cada uno. Y dice:
La incomprensible situación laboral de un piloto de incendios ¿Se merecen otra cosa?
Un piloto de incendios, singularmente un comandante, es un noprofesional que:
1.- Durante 2 años dedicó tiempo y dinero para conseguir su licencia de vuelo.
2.- Durante otros 6-8 años dedicó trabajo sin ganar dinero para conseguir ser Comandante de vuelo (los copilotos trabajan y apenas ganan un salario que les permita mantenerse).
3.-Para realizar su trabajo se desplaza fuera de su lugar de residencia, normalmente a una comunidad distinta, durante los 4-5 meses que trabajan cada campaña. No son profesionales, son trabajadores eventuales, temporeros.
4.-Para realizar su trabajo permanece de guardia en un local que apenas cumple las condiciones mínimas de habitabilidad durante 12 horas al día, hasta 23 días al mes (pudiendo llegar legalmente llegar a los 46 días) de forma continuada sin diferenciar laborables de festivos.
5.- Durante su guardia ha de estar listo para salir a volar en menos de 10 minutos desde que recibe el aviso de salida.
6.-Durante su trabajo de extinción realiza vuelos al límite de las capacidades de su avión/helicóptero, afrontando riesgos cuyos índices de siniestralidad mortal es probablemente el más elevado del país, pues alcanzan el 0,75% de la plantilla anual (el equivalente a que falleciesen 350 trabajadores en España cada día del año, todos los días, laborables y festivos incluidos).
7.- Finalizada su campaña ingresan en el paro (cada 3 años adquieren el derecho a un subsidio de 4 meses).
8.- El salario percibido en la campaña supone menos de 1.800 €/mes anual (a fin de ahorrar durante el desplazamiento de campaña muchos de ellos duermen en su lugar de trabajo).
9.- Cada año los pilotos deben revalidar su licencia para poder trabajar, para ello pasan un curso y pruebas de pericia.
10.- Cada año los pilotos deben pasar un reconocimiento médico.
11-La no superación de las pruebas anteriores les incapacita para poder trabajar (perderían su profesión).
12.- Las necesidades de pilotos por parte de las Empresas durante la campaña de incendios apenas se cubre, pues no hay pilotos suficientes.
13.- El que a pesar de tanta exigencia personal se mantengan estas condiciones laborables se debe a que los pilotos son incapaces de ponerse de acuerdo para reclamar mejoras laborales, no se sindican, van cada uno a lo suyo.