Madrid, SP.- Escribo 2920 + 2 días después de que el vuelo JK5022 impactara contra el terreno y lo convirtiera en una oquedad de dolor, por la que discurre aún hoy un arroyo que no debía estar donde estaba el 20 de agosto de 2008. La palabra clave que resume perfectamente en qué punto nos encontramos respecto a lo sucedido 8 años y dos días atrás, tiene una sola explicación y la pronunciaba Pilar Vera, de la AVJK5022. «Voluntad«.
Parafraseando a Albert Einstein que la describía como «hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad«. Los allí presentes quizás no lo supieran, pero A.Einstein visitó Madrid en 1923 y declaró entonces que lo que más le había impresionado de su visita a la capital era el túnel aerodinámico de Cuatro Vientos diseñado por el increíble Emilio Herrera Linares.
El círculo mágico de la fuerza motriz más poderosa, la «voluntad», se cerraba de momento anteayer cuando en la Sala Autogiro de la T2 de Madrid-Barajas (De la Cierva utilizó ese túnel aerodinámico para hacer pruebas a su invento de sustentación mediante alas giratorias llamado «autogiro») se pronunciaba esa palabra mágica, «voluntad».
Las casualidades no creo sinceramente que existan. Las confluencias entre la cita a Einstein, la voluntad, y lo que ayer pudimos vivir junto a las personas afectadas definitivamente nos refuerzan en la creencia de que los focos no se han apagado en estos 8 años, por esa energética «voluntad» exclusivamente. Voluntad que conlleva un sacrificio tan íntimo como prácticamente de «martirio», para todos aquellos que siguen tirando de este carro lleno de despropósitos que se materializó aquel nefasto día.
«Cuando los focos se apaguen…» es una recurrente frase para evitar que los que tienen la sagrada obligación de comunicar noticias, los medios de comunicación, sigan, sigamos, lo que está sucediendo entorno a este accidente aéreo, 8 años después.
Pronto en la Asamblea de OACI en el mes de septiembre, podremos asistir a otro capítulo de la voluntad de unos pocos, moviendo estructuras ya obsoletas en la aviación mundial, cuando nos enfrentamos al peor de los escenarios posibles, como es un accidente aéreo. 8 años ya escritos de avances cada vez más trascendentes, tienen ahora la voz de la ACVFFI, la Federación Internacional a la que pertenece como socio fundador la AVJK5022, junto a paquistaníes y alemanes.
Los watios generados por esa «voluntad» van sumando energía para nuevos retos en OACI, en nuestro Congreso de los Diputados, etc… Se abre una nueva ruta en septiembre, tan trascendente que aún sólo atisbamos su importancia práctica.
Vimos de cerca como las «víctimas ayudan a víctimas», con la presencia de Agueda Rueda, familiar de uno de los tripulantes del AH5017 de Malí, el sobrecargo, se citó Torallola, Alcorisa, La Peza… Agueda representaba a tantas y tantas familias de afectados por accidentes aéreos en España, pues hay una barrera que ya se ha franqueado hace tiempo como es que todas las víctimas son iguales …, profesionales incluidos, cuando el destino se les lleva siempre demasiado pronto. Otra muestra de que esa energética voluntad férrea ha hecho posible que la aviación comercial, trabajos aéreos, aviación militar, etc… ya son un todo cuando se trata de un accidente aéreo. El fácil diagnóstico de que los últimos eslabones de la cadena, los pilotos, son a los que señalan dedos acusadores indocumentados, también ha saltado por los aires. La mayor defensa que en España alguien ha hecho de los profesionales del pilotaje, sin duda, es debida a la AVJK5022. Han desmitificado todos y cada uno de los simplificantes, por no decir, inútiles y sesgados Informes Técnicos de la desprestigiada internacionalmente CIAIAC española.
Ellos sí creen en la seguridad como un Derecho Fundamental, cuando se vuela. Exactamente igual en los distintos modos de transporte. Y todos saben, sabemos a quién se encomienda la tarea de velar por ella. Y todos sabemos, saben, que es la Sociedad Civil la que ha de empujar, por esa voluntad, por esa energía, para que las amenazas no sigan latentes.
Todos saben, sabemos, que en ese objetivo la Administración Aeronáutica en España, ha estado ausente, ha fallado, y evidentemente ha propiciado que el camino al abismo que supone un accidente aéreo no se haya podido evitar, también muchas veces por falta de esa energética voluntad de creer con mayúsculas, de CREER que otra forma de garantizar al máximo humanamente posible esa seguridad era posible.
La energía de la voluntad de la AVJK5022 para seguir con su lucha, la lucha por la Verdad y la Justicia, la lucha por la mejora del Sistema aeronáutico español, la lucha por seguir viviendo gracias a que son conscientes de que han sido capaces de cambiar cosas, cambiar mentalidades, cambiar todo aquello que es susceptible de mejora antes, durante y después de cualquier otra tragedia que tarde o temprano, de forma inexorable golpeará en algún lugar del mundo a otras personas. Haber hecho todo lo humanamente posible para evitar, gestionar y mitigar los daños del después de un accidente aéreo, daños humanos, es la tarea que no podemos saber a ciencia cierta porqué se han cargado sobre sus espaldas y sus corazones en esta Asociación.
Son gente práctica, no vengativa, constructiva y generosa en su planteamiento… El lugar donde el JK5022 cayó era un lugar donde la maleza se había apoderado del espacio que une las dos pistas (36L-36R). Tras el impacto contra el terreno se declaró un incendio que propició evidentemente que aún fuera mayor el desastre humano. Pues bien, con el monumento erigido en ese lugar, y el Aniversario anual en ese lugar, entre otras cuestiones se ha propiciado que al menos esa zona se preserve limpia de maleza de un año a otro, haciendo que un incendio sea más improbable si vuelve a suceder algo en esa zona. Lo que puede parecer algo poco relevante, para los afectados es algo mucho más que simbólico en lo que se refiere al respeto al lugar físico en el que el MD82 impactó contra el terreno y se declaró un incendio con posterioridad. Preservar esa zona limpia de maleza, les produce un doble consuelo -mínimo quizás pero consuelo- de por una parte respeto al camposanto en el que se convirtió el lugar, y preservarlo en mejores condiciones de seguridad respecto a la potencialidad de un fuego.
Einstein seguramente si viviera habría añadido si hubiera podido visitar anteayer Madrid-Barajas, a las 14.25 el lugar donde el MD cayó, hubiera descubierto un fenómeno distinto quizás no pensado aún por él, no tiene explicación . Las salidas por la 36L y 36R se detuvieron en ese instante el sábado pasado. El frenético movimiento de aeronaves en salidas Norte, dejó ese momento de silencio donde oíamos el agua discurrir, donde el silencio se convirtió de nuevo en energía, una convectiva energía de ese lugar que de pronto se llenaba de paz, de unión entre los que estábamos aquí abajo y los que ya están en nuestros corazones para siempre, no sabemos si allá arriba, o en algún lugar, pero están. Después de las palabras, el silencio. Después del recuerdo la piedra en silencio pero llena de ramos de flores. Piedra inerte, flores vivas, junto a fotos, corazones y una lata que reza «Tropical».
Alguien que me acompañaba-concretamente un controlador aéreo- me señaló que hacía años que no tenía una sensación parecida-. Que todo lo leído, oído, visto entorno a este accidente no tenía comparación con la sensación que tuvo en el lugar en el que ese monumento recuerda el lugar exacto del accidente, del sufrimiento humano, del silencio de después. «Después de haber visto con mis ojos como es la realidad, siento que de nuevo una energía inexplicable me ha hecho volver a creer en la utilidad de lo que hacemos y la trascendencia de cómo lo hacemos…». Pensé otro logro de esta buena gente… La energía de la voluntad se transforma.
Esa voluntad de la AVJK5022 que cada vez cuenta con más «soldados» en sus filas y ya no distingue Yak, Torallola, La Peza, o Malí, es una nueva forma de energía, ya no distingue víctimas y familiares de una u otra tragedia humana. Energía limpia humana. 8 años después algo está despertando como colectivos humanos unidos ante la desgracia y por la mejora…
Depronto la piedra conmemorativa, el granito entre las dos pistas estaba lleno de flores, recuerdos, corazones y la lata de «Tropical» que alguien dejó sobre ella. Ya casi no se podía leer la frase-slogan de la Asociación «En algún lugar…». Las flores blancas e iguales que cubrían el texto representaban una a una el final de la frase «…siempre en nuestros corazones» Los que asistían al lugar por vez primera ya no volverán a ser los mismos que cuando minutos antes llegaban al lugar. Un remanso de paz, una referencia en la que pensar, un símbolo de la voluntad, de la lucha contra las luces que se apagan después de miles de flashes mal utilizados por algunos.
8 años después el 20 de agosto es una fecha de obligado recuerdo en el sector aéreo. Sobre todo el recuerdo impagable e imborrable de que la voluntad humana es capaz de cambiarlo todo y en esto es donde la grandeza de lo que vivimos el pasado sábado agranda año a año, y amplia año a año, el número de personas que siempre estarán en nuestros corazones junto a los 154 fallecidos de Spanair.
Agueda Rueda del AH5017, señalaba en la rueda de prensa que tuvo lugar que : «Sólo puedo decirles que lo mejor que me ha pasado desde que sufrimos mi familia y yo esta tragedia, fue saber que la Asociación está ahí…» Agueda resumió perfectamente lo que ha cambiado con la AVJK5022 en el panorama que teníamos en España hace 8 años cuando se producía un accidente aéreo. Ya nada es igual, todo es distinto, radical y absolutamente distinto, afortunadamente. Einstein tenía razón.