Madrid, SP; 25 de noviembre de 2013.- Aunque uno sea el heredero de la corona uno se puede quedar varado por una avería técnica. Estas cosas tiene la aviación. Otra cuestión es no tener un "Plan C", garantizando que Don Felipe hubiera podido cumplir con sus compromisos internacionales, tras dejarle en tierra el A310-304 del Ejército del Aire, según ha trascendido por una avería de los sensores que detectan la posición de los flaps, en una de las alas, respecto a su eje. La proximidad del flap o no al eje, se establece electrónicamente con dichos sensores de aproximación, que tambien tienen su propia calibración. Pero si la avería no está sólo en el sensor, se puede producir una asimetría respecto al eje del plano, o entre esta posición real y la de la palanca en cabina que indica la posción del flap. Todo esto requiere una comprobación posterior y calibraciones adecuadas. No se trata de la simple sustitución de un sensor averiado. Se trata claramente de un avería NO GO. En este caso no ha podido solucionarse, y tras unas cuantas horas de espera, el comandante ha decidido lo más seguro como es dejar en tierra la aeronave.
Otra cuestión es que coincida esta avería, con la reparación o mantenimiento programado de la otra unidad del Ejército del Aire, otro T22 en la denominación militar, que aún no sabemos a ciencia cierta si se trata del 45.50 o 45-51. Murphy anda siempre por ahí. Pues según parece, Airbus, el fabricante de la aeronave se encarga tras hacerse con el concurso de licitación por el Ejército del Aire de España, de estas tareas directamente desde septiembre de 2012. A su vez lo tiene subcontratado, según fuentes consultadas por AD, a la empresa Hispano Lusitana de Aviación (HLA). Esta a su vez dispone de Licencia 145 de mantenimiento de aeronaves, y pertenece al consorcio europeo EMS (European Maintenance Solutions). Dentro de esta Licencia está la habilitación de mantenimiento para el A310. Anteriormente a esa fecha tambien Iberia habría realizado tareas de mantenimiento. Pero no deja de ser sintomático, de la complicación en principio en la resolución de esta avería, el que tras casi 7 horas no se pudiera solucionar con garantías la misma. En cualquier caso se trata de la decisión técnica imaginamos más adecuada en función de dicha avería.