Claudia C./Aviación Digital, Sp.- El reciente anuncio del gobierno sueco sobre la abolición del impuesto a la aviación, programado para entrar en vigor el 1 de julio de 2025, ha sido recibido con entusiasmo por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Esta medida, que eliminará un gravamen que ha oscilado entre 76 y 504 coronas suecas (aproximadamente entre 7,4 y 49 dólares), dependiendo del destino, marca un cambio significativo en la política fiscal del país.
Además, representa un reconocimiento oficial de que la tributación de los pasajeros aéreos no es la solución adecuada para los desafíos ambientales ni para el fortalecimiento económico de Suecia.
Os suecos já sabem o óbvio: Menos taxas, mais voos!
— AEROIN (@aero_in) September 3, 2024
IATA celebra abolição de impostos de aviação anunciada pela Suéciahttps://t.co/YuTKkz83BL
Contexto económico y la competitividad sueca
Desde su introducción, el impuesto a la aviación ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores que argumentan que, lejos de beneficiar al país, ha tenido un efecto adverso en la competitividad económica de Suecia. El país escandinavo, conocido por su alto nivel de vida y su sólido estado de bienestar, ha visto cómo su recuperación post-pandemia en el sector aéreo ha quedado rezagada en comparación con sus vecinos. A finales de 2023, el número de rutas aéreas aún no había alcanzado los niveles de 2019, lo que pone de manifiesto el impacto negativo que ha tenido esta medida en la conectividad y, por ende, en la economía sueca.
Rafael Schvartzman, vicepresidente regional de IATA para Europa, afirmó que la abolición del impuesto es una señal clara de que el gobierno sueco está comprometido con la restauración del acceso al transporte aéreo para todos sus ciudadanos. Esto, según Schvartzman, enviará un fuerte mensaje positivo a los inversores, al revitalizar la confianza en el mercado sueco y alinear la política fiscal del país con las necesidades actuales del sector aéreo.
Debate sobre la sostenibilidad y la fiscalidad aérea
Uno de los puntos más polémicos de este impuesto ha sido su supuesta ineficacia en términos de sostenibilidad ambiental. A pesar de estar justificado como una medida para mitigar el impacto ambiental del transporte aéreo, los ingresos generados por este gravamen no se han destinado a inversiones en soluciones ambientales vitales, como el desarrollo de combustibles sostenibles de aviación (SAF). En su lugar, la IATA argumenta que el impuesto ha funcionado más como una barrera económica que como una herramienta eficaz para reducir las emisiones de CO2.
El compromiso de la industria de la aviación para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 es innegociable, según la IATA . Sin embargo, se insiste en que este objetivo no se logrará mediante la reducción forzada de la demanda a través de impuestos punitivos. La verdadera solución, según Schvartzman, reside en la inversión en tecnologías sostenibles y en la promoción del uso de combustibles de aviación sostenibles. Con sus vastos recursos y una industria de aviación doméstica robusta, Suecia tiene el potencial de convertirse en líder en estos campos si se enfoca en las inversiones correctas.
Implicaciones globales y el futuro de la aviación sostenible
La decisión del gobierno sueco de abolir el impuesto a la aviación no solo tiene repercusiones a nivel nacional, sino que también envía un mensaje importante al resto del mundo sobre la dirección que deben tomar las políticas fiscales en relación con la aviación. La medida subraya la necesidad de un enfoque más inteligente y equilibrado para abordar los desafíos de sostenibilidad, que no comprometa el crecimiento económico ni el acceso a la conectividad aérea.
La IATA, junto con otros actores de la industria, está dispuesta a colaborar con el gobierno sueco para enfocarse en la entrega de soluciones efectivas, como el SAF y otras tecnologías emergentes que pueden reducir significativamente el impacto ambiental del transporte aéreo. Esta colaboración puede posicionar a Suecia como un modelo a seguir en la transición hacia una aviación más sostenible, demostrando que es posible equilibrar el crecimiento económico con la responsabilidad ambiental.