Miguel Gutiérrez / Aviación Digital, Sp. – El sector continúa en una dinámica de crecimiento según revelan los datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA en sus siglas en inglés). Las últimas cifras disponibles a nivel mundial revelan un incremento del transporte de pasajeros del 21,5% y del transporte de mercancías del 11,9% en comparación con el mes de febrero de 2023. La tendencia de crecimiento por encima del 10% se ha mantenido durante los últimos meses. El mercado europeo, por su parte, creció un 14,8% en pasajeros y un 14,6% en mercancías.
Estas cifras consolidan la recuperación del sector tras el mazazo de la pandemia. Sin embargo, las aerolíneas temen que esta evolución pueda verse truncada por las subidas fiscales impulsadas desde la UE o desde los países miembros. Sobre esta incertidumbre alertó el director general de IATA, Willie Walsh:
«ES FUNDAMENTAL QUE LOS POLÍTICOS RESISTAN LA TENTACIÓN DE IMPONER NUEVOS IMPUESTOS QUE PODRÍAN DESESTABILIZAR ESTA TRAYECTORIA POSITIVA (…) EUROPA ES MOTIVO DE PREOCUPACIÓN YA QUE PARECE DECIDIDA A BLOQUEAR SU LENTA RECUPERACIÓN ECONÓMICA CON PROPUESTAS FISCALES POCO COMPETITIVAS”
Willie Walsh, director general de IATA
El nuevo impuesto al combustible genera incertidumbre
La agenda verde de Bruselas provoca desasosiego en el sector. Entre otras medidas, la Comisión Europea estudia un nuevo impuesto al combustible de los aviones en el marco de la Directiva sobre la Fiscalidad de la Energía. El objetivo de la modificación es reducir en un 55% las emisiones de cara a 2030 mediante el fin de la exención del queroseno y la aplicación del nuevo tipo impositivo.
Esta medida tendría un gran impacto negativo en la economía española que depende en gran parte del turismo. Es preciso recordar que el sector de la aviación representa un gran porcentaje del Producto Interior Bruto de España (9,2%) y que es intensivo en mano de obra al dar un empleo a 1,7 millones de personas. De tal forma, el impacto sería significativo.
Airlines for Europe (A4E) y la Asociación Europea de Aerolíneas Regionales (ERA) cifran el golpe en 7.700 millones de euros en el PIB y en 50.000 puestos de trabajo. Otro efecto nocivo sería el aumento del precio de los billetes en un 6,5% y una caída de viajeros del 8,7% desde la implementación del impuesto hasta el año 2033. El informe señala además que el 40% de los viajeros optarían por viajar fuera de la UE dado el precio de los billetes.
La Asociación de Líneas Aéreas (ALA) sostiene que la medida no evita las emisiones pues los viajeros irán a otros destinos pero sí perjudicará a la economía española ya que perderá 4,5 millones de turistas al año.
Reformas y mejoras en lugar de impuestos
Con estas previsiones en la mano, las aerolíneas se posicionan totalmente en contra de este nuevo posible impuesto al queroseno que se suma a los que ya pagan por las emisiones de CO2. A4E y ERA no creen que la subida impositiva sea la vía para reducir las emisiones. Proponen otras medidas centradas en la mejora de la tecnología y de la energía utilizada. Apuestan por el desarrollo de tecnologías aeronáuticas más eficientes, por el impulso al Combustible Sostenible de Aviación (SAF) y por reformar el espacio aéreo europeo con el fin de reducir emisiones.
En esta misma líneas, IATA reclama que no se frene el crecimiento que el sector experimenta y que se apoye fiscalmente la recuperación del tráfico. Defiende una política de incentivos en lugar de penalizaciones en el contexto de la reducción de emisiones.
¿Cambio de rumbo tras las europeas?
La transición ecológica en estos términos ha sido la línea marcada por la Comisión Europea de Ursula Von Der Leyen durante los últimos 5 años. No obstante, en junio se celebran elecciones al Parlamento Europeo en las que se prevé un gran cambio en la composición de la cámara.
Irrumpirán con fuerza, según los estudios demoscópicos, las fuerzas ID y ECR que proponen un modelo muy distinto en materia climática. Un programa que no contempla subidas fiscales a las energías no renovables. La suma de estos partidos superaría a los Socialdemócratas y se pondría a la altura del Partido Popular Europeo. De tal forma, podrían ser decisivos en la conformación de mayorías y en la toma de decisiones en materia medioambiental.