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Crónica del #AviadorGordillo de la etapa del Polo Norte

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Lyon, FR, 24 de abril de 2016.- Cuando mañana lunes 25 sobre las 10:30LT el RV8 ER del Aviador, mítico más aún si cabe hoy que cuando partió el 19 de febrero, Aviador español Miguel Angel Gordillo, toque la pista de Cuatro Vientos, habrá recorrido con su monomotor de construcción amateur y 180hp aproximadamente 32.500 kms. La circunferencia de la Tierra por los Polos es de 40.009,152 kms. para que nos hagamos una idea de la magnitud de la FASE1 de la Misión Sky Polaris que concluirá el lunes.

La foto que encabeza es probablemente la última que se ha realizado sobre el Polo Norte en estas semanas. Es tan exclusiva, que es la primera foto publicada del momento en el que Gordillo atravesaba la vertical del Polo Norte Geográfico. Los 90ºlatN de este acontecimiento que engrosará los libros de las historia de la aviación española y global

Cuando cayó en nuestras manos este documento gráfico, ya disponíamos de la del panel de instrumentos en ese momento, nos llamó la atención además de la inmensidad explícita del documento gráfico, un punto brillante sobre el océano helado. «Se trata del saludo de Papá Noel…» nos respondió el autor alado, «está difulminado puesto que se trata de impedir la entrada en su mundo fantástico», insiste Gordillo, «mi hija pequeña estará encantada cuando vea la foto. Ya sabes… hay que soñar para ver los sueños» sentencia el Aviador y protagonista de este sueño hecho realidad. Estas impresiones nos las traslada desde la tierra de Saint-Exupéry, se encuentra en el aeródromo de Bron cerca de Lyon. Autor del Principito y Vuelo Nocturno entre otras míticas novelas relacionadas con los sueños… Gordillo sigue soñando, lo que no es contradictorio con la profesionalidad y autodominio que una hazaña de este tipo requiere. Horas en un pequeño habitáculo, frío, cansancio y las preocupaciones burocráticas que la aviación implica con los permisos, autorizaciones. Además siempre la METEO de fondo.

Para llegar a ver cumplido ese sueño el camino ha sido tortuosamente real, realmente duro, y tecnicamente complejísimo. La magia del instante captado en ese punto, había comenzado unos días antes, en Bahamas…

Las dificultades de las autoridades fronterizas de los EEUU para que Gordillo aterrizara en su territorio supusieron evidentemente un cambio en lo largamente planificado, que incrementaron el riesgo de su misión. El punto más al Sur de Canadá se encuentra frente a Detroit, y se llama Windsor. Rumbo al Norte de Freeport en Bahamas.En la proximidad de los Grandes Lagos. Esto significa que hay una enorme humedad, y pese a la época del año elegida, ya en Primavera, el azote de las lluvias, los hielos, a esa latitud eran un motivo de preocupación y de inteligente mitigación por parte de Michel. Es muy difícil hacer un ruta de 2000 kms. desde Bahamas a Windsor sin engelamiento por medio, y sin cambios de la METEO sorpresivos en plena ruta. Todo esto sin la autorización para el aterrizaje mientras se sobrevuelan los EEUU.

El engelamiento y la preocupación por la subfusión del agua en las nubes ha sido el azote de la misión en esta fase fundamentalmente. Cuando la gota fría, por ejemplo, aún en estado líquido, impacta en un ala, se congela, cambiando la forma del ala volviéndose menos aerodinámica, y por otro lado comienza la acomulación de hielo. Ese hielo pesa, y se corre el riesgo de la pérdida de sustentación y caída del avión. El RV8 no tiene protección contra el hielo, ni en la hélice, ni en las alas.

Las dudas de acometer esa ruta, con información METEO dispar. Tras minucioso estudio, optó por salir. Sales de Bahamas, donde todo el mundo va en pantalón corto, camisa de flores. Gordillo previsoramente se puso su chaqueta, pero lo que no podía imaginar era el frío que se encontraría. Los controladores norteamericanos, ante la estupefacción del piloto, le cambiaron de rumbo Norte a Este durante bastantes millas, cuando se encontraba a unos 500 kms. de Windsor. Jamás en la vida como piloto comercial le había sucedido un desvío de rumbo tan drástico. Cuando volvió a colacionar con el control aéreo, le indicaron que sólo le quedaban unos 20 kms. para retomar rumbo Norte. En ese punto dentro de cabina Miguel Angel Gordillo pudo comprobar que había en el pequeño habitáculo -17ºC, comenzando a temblar, puesto que sólo tenía la chaqueta como protección encima del mono de vuelo, y no disponía de espacio para ponerse más ropa, ni autorización para aterrizar sobre suelo de los EEUU. «El avión entero temblaba con mis tiritonas de frío…» En el destino sí había huecos entre nubes, pero anteriormente había estado lloviendo, nevando, visibilidad reducida por determinadas zonas. «La verdad es que fisicamente me costó mucho llegar a destino. Congelado yo y congelada el agua, con lo que no podía ni tan siquiera beber. El agua era un bloque de hielo».

Al aterrizar en Windsor le esperaba la policía canadiense. Gran diferencia con la de EEUU. Le llevaron rapidamente a tomarse un café pues era evidente que estaba casi congelado. «Fueron muy cariñosos, algo que evidentemente agradecí mucho».

Windsor es un lugar muy americano, donde no hay aceras. Tienes que tener coche para desplazarte. Gordillo tuvo que andar unos kilómetros (3 o 4) desde el aeropuerto entre la lluvia y la nieve, con su capucha, sus barbas y su inseparable mochila donde lleva su casa a cuestas … Se dirigía al Mall local, a comprar un termo para meter agua caliente y evitar disponer sólo de agua «congelada» rumbo al Norte. Además necesitaba una pistola de bengalas, puesto que la que le habían comprado en EEUU para los osos, era de gran calibre y se quedó allí. Andando quise preguntar a alguien si iba en la dirección correcta, pero esa persona con el aspecto de Gordillo en ese momento, sus barbas y capucha, pensó que le iba a atracar poco más o menos. El hombre se bloqueó. «Yo le comprendo mirándome luego al espejo» «Cuando volví al aeropuerto me estaban esperando unos pilotos de una asociación que tienen unos aviones históricos preciosos de la Segunda Guerra Mundial, todo fenomenal. Cariño entre Aviadores. Hablamos el mismo idioma, el de la Aviación...» Antes había cargado combustible

Pero Michel miraba ya fijamente al Norte, al Norte geográfico, al Norte de sus sueños. Aquello en lo que llevaba ya más de una década pensando, analizando, y planificando. Gordillo se muestra radicalmente espartano en todos los aspectos relacionados con la Aviación, y el procedimiento metódico propio de los Aviadores más avezados, rige todo lo que entorno a un vuelo se requiere para cumplir con los más altos estándares de seguridad posibles.

De Windsor a Rankin Inlet, al NW de la Bahía de Hudson, por Canadá. La dirección es NE, casi en la frontera con EEUU, vía Red Lake. La predicción meteorológica que tenía en esos momentos era «hielo, más engelamiento, más engelamiento, sobre Canadá. Sobre EEUU una ruta hacia el W bastante despejada» El problema es que si caía en territorio EEUU sin autorización podría tener serios problemas. «Lo primero es la seguridad. Mas vale estar enchironao, que tener un grave problema por el hielo…» Sobrevoló por EEUU, aunque hasta que no tuvo el permiso no respiró. La intención es que si la METEO era aceptable seguiría hacia Churchill, a las orillas de la Bahía Hudson. «Allí la meteorología es rapidamente cambiante. Engelamiento. Había una pequeña ventana para poder hacer el vuelo, aunque yo estaba realmente agotado ya a esas alturas. Sobre todo de la tensión psicológica que se refleja en el cuerpo del piloto» Al pasar por Churchill ya era todo blanco y hielo, apenas se veía esa población, sólo dos o tres edificios. «Allí no me quedo yo ni loco» pensó Gordillo en la soledad de su cockpit. Siguió a Rankin Inlet. La primera sorpresa fue el trato «pasar completamente de los que llegan allí en medio de un ambiente gélido de verdad. Cada uno se saca las castañas como puede. Aparque donde quiera»

La gran limitación a temperaturas de -25ºC es que el aceite se enfrían mucho. Deja de lubricar a algunas temperaturas mínimas. No se puede arrancar un motor sin lubricación, y con ese frío intenso eso era un gran problema. «Allí los aviones los calientan con mangueras de aire. Me dejaban allí fuera sin manguera de aire, sin calefacción y nada…» Preguntó entonces a una empresa local ¿¿CallMell?? si le podían permitir el avión en el hangar. El Jefe quería dinero… En el hangar de al lado sí fueron amables, le llevaron al hotel. No lo metieron en el hangar, pero sí al día siguiente a calentarlo.

Se calienta con unas máquinas con gasoil, «un secador de aire a lo bestia». Se conecta a la toma de aire del motor y en una hora más o menos se consigue que el aceite dentro del motor este a 20-30ºC y ya puedes arrancarlo con garantías de que no se dañe. Rankin tiene 2500 habitantes, más Michel esa noche a -25ºC.

De allí voló a Resolute, que me habían dicho que era más grande, pero sólo tenía 250 habitantes «y allí no había absolutamente nada «Estaba apalabrado el hangar a través de un amigo. El paisaje espectacular en el camino» Uno de los sueños de Michel ya se empezó a hacer realidad en ese trayecto. Ver cientos y cientos de kilómetros sin una señal de vida humana. La inmensidad helada y vacía. Sin cables, carreteras y sobre todo… estar ya en el Artico. «El límite del mar y la tierra helada, olas congeladas, un iceberg suelto que al navegar por el mar se ve sorprendido por el Invierno» nos describe Michel. «Un iceberg como una montaña en medio del mar helado congelado. Todo un espectáculo. Cierras los ojos y da la sensación de ver ciudades, porque la superficie no es lisa. Aparentan ser carreteras, edificios, casas aisladas, todo por la compresión del hielo. Siempre desee ver el mundo así, desde esa plataforma que es el avión… y disfrutar»

Gordillo estaba viendo como los sueños se convertían en realidad. Una realidad mucho más impresionante que la imaginada o soñada antes. Disfrutar de ese momento único. De vez en cuando agradecía a la Virgen de Loreto todo, señala él mismo, para que no se pare el motor. El problema para él, es más que «la castaña», que se perdería el avión. «A tí te rescatan, pero el avión se quedaría allí e iría al fondo del mar en el momento que el agua se hace de nuevo agua…». Temperaturas ya de menos de -25ºC !en cabina!. «Aunque ya estas equipado con agua caliente, gracias al termo comprado en Windsor. Pero el problema es que a esa temperatura los equipos del avión comienzan a sufrir las consecuencias, y se van literalmente congelando». Pensemos que en las instrucciones de un teléfono móvil aparece que los límites de temperatura oscilan de -10-+50ºC… Pero son sólo -10ºC, no -30ºC «Ahí empieza a fallar todo, el equipo vía satélite, el iPad, complicado…»En Resolute me recibe el gerente de la empresa Ken Borett gente que vuela en el Artico y la Antártida…» Allí le indican que no sabían nada pese a que Gordillo había avisado a la persona de mantenimiento…» Al final se relaja admite meter el avión en el hangar, pero con la condición de tener que pagar 1800$ por noche… Gordillo negocia, explicando que no es una compañía aérea de pasajeros que pueda asumir ese enorme precio !por una noche! para su pequeño RV8. En este punto nos imaginamos al RV8 mirando fijamente al gerente de la compañía entre tiritonas… Además el hangar no estaba calefactado. Gordillo se deshizo en explicaciones sobre la limitación de su Misión. Como mucho le habían advertido que pagara 500EUR otros pilotos que habían circunvalado el Polo. Pretendían que lo calefactara con el calor de una tienda que tenía calefacción.

Intervino gente y se quedó en 550$. «Esto condiciona la permanencia. Allí es muy fácil quedarte varado diez días por la meteorología. Si lo multiplicas por 1800$… Se hace inviable economicamente…» Esto es una presión evidentemente en una Misión de este tipo, un condicionante sin marcha atrás. «Condiciona la permanencia» señala Gordillo.

¿RUMBO AL NORTE O A LA CASA DE PAPA NOEL?

Al día siguiente pese a una meteorología limitadamente adversa, hablamos del 14 de abril, había una «ventana» de viajar pasando por el Polo Norte, hacia la isla noruega de Svalbard, punto de llegada tras hacer Polo… Mediante un programa de predicción bastante bueno, y cargó combustible por primera vez para 18 horas de vuelo, por lo que pudiera encontrar o pasar, «por ejemplo llegar al Polo y que no pudiera dirigirme a Svalbard y tenga que dirigirme a Groenlandia, incluso volver a Canadá, a Rusia. La cosa es que cuando estás en el Polo puedes ir a cualquier sitio. Ya sabes que cuando estás en el Polo sólo hay un rumbo, no existe ningún otro rumbo, salvo el Sur…, hay infinitos rumbos Sur que te llevan a Gran Bretaña, Canadá, Alaska, etc… Así que despegué con ese peso. Con el aire frío el avión despega fenomenal, y allá que me fuí para el Polo…». Gordillo no localizó los famosos canales marcados en el hielo de las rutas que cruzan los barcos por el Artico. «Según me acercaba al Polo Norte se veían unos cracks, unos ríos, se veía el agua azul del mar que no estaba congelada. Te sorprende que más al Sur si lo estaba, pero acercándote al Polo no. Tras 400 o 500 kms. ves grietas importantes, me refiero 40-50 metros de ancho por una longitud de 4-5 kms. Empieza uno a preguntarse cómo responderán los equipos de navegación…»

El GPS calcula la posición con los satélites, no está relacionado para nada con el campo magnético de la tierra. «De hecho el Polo Norte magnético de la tierra está perdido por ahí por Groenlandia. Llegas al Norte por GPS puro y duro, y el GPS marcaba un Norte magnético Si vas al Polo Norte geográfico, y el Polo magnético está a tu derecha ese rumbo tenía que estar a 270º, y me marcaba 90º un GPS y 60º el otro que llevaba. Cada aparato marcaba un rumbo distinto. Primer problema.

Segundo problema, yo quería ver la casa de Papá Noel en el Polo Norte, y la única forma de hacerlo era llegar clavado, clavado al Polo. Yo ya sabía que a esos equipos GPS no le puedes poner esas coordenadas…» Gordillo llegó a pensar por un momento que estaba equivocado en el concepto y que los dos instrumentos GPS no tenían que marcar el mismo rumbo. Un indicador de cansancio. Una pequeña crisis a bordo del RV8. La inmensidad, casi el vértigo de la vista de esa vasta y helado superficie interminable iban haciendo pequeños estragos psicológicos al Aviador. «Cada instrumento marcaba lo que le daba la real gana. Al GPS, llegó a la conclusión empírica Gordillo que no se le podían marcar esas coordenadas, «las coordenadas 90ºN no existen realmente…».

Recordó entonces la básica trigonométrica y las indeterminaciones al dividir un número por cero, pensó entonces el Aviador… La trigonometría esférica que es la utilizada para la navegación aérea con GPS, si pones un 0º grados empiezan a asomar errores matemáticos, nos explica en primera persona el propio Gordillo. La solución programación para corregir. «Si estás en el Polo, no hacer caso a la posición indicada. «Según llegaba a la vertical del Polo, todos los instrumentos !se van a paseo!, se desconectan, pierden la navegación, con sendas y cruces inoperativos. Vamos una pesadilla...» «Te encuentras allí arriba hecho un «polo» en los dos sentidos sin navegación» En esas condiciones Gordillo debió maldecir al fabricante, a San GPS, a todo bicho viviente, aunque realmente bajo él no había ninguno en ese momento. En ese momento es donde se ve al Aviador en estado puro, el colmillo de la experiencia y un curso de navegante que hizo hace ya años le vino a la cabeza, le sosegó y comenzó a pensar en las soluciones. «Navegación polar, el Sol, los marinos, acudieron a mi mente en esos momentos. Tenía sólo la ruta del Sol, y a 90º respecto a la ruta que traía hasta cruzar la vertical del Polo, podría hacer una estimada al Sur, a donde me dirigía. Para pasar allí del rumbo Norte al Sur, no son 180º, sino 90º…» Esto que parece de perogrullo, en el Polo Norte es la diferencia entre aparecer en uno u otro sitio, siempre distantes cientos y cientos de millas. La referencia era el Sol, y se alejó del Polo, y «empezaron a resucitar 2 de los cuatro equipos. Puedo decir que la experiencia es muy desagradable» Dirección Sur ya, y con el viento de cola empujando, todo parecía que comenzaba a dar la vuelta para bien. Dirección Svalbard. A pesar de que estuviera bastante mal de nubes, posibilidades de engelamiento etc…, pero había un aliado importante: el Sol. El Sol de mediodía en esta época del año que no se pone, ni se puso en ningún momento de esta etapa, le iluminaba, le calentaba relativamente, pero sobre todo, con su luz le reconfortó en todo momento. Incluso en los peores.

A pesar de que a esas horas el aeropuerto estaba cerrado, gracias a «amistades», el controlador atendió el servicio, pudo aterrizar y como Gordillo dice «a partir de ahí, mi vida cambió, todo fueron atenciones. Gente mucho más amable que la que me encontré por Rankin o Resolute allí en Canadá» «Curioso que en Resolute que tenía sólo 250 habitantes, por ejemplo, cierran todo con llave, algo que resulta muy extraño y sintomático de la dureza de la vida allí, y el caracter de la gente».

Una nueva ventana permitió rapidamente que la siguiente etapa a Vigra cerca de Aallesund, fuera un paseo casi triunfal y casi cómodo para el Aviador. «Bajo las nubes a unos 1000 pies sobre el agua cristalina deprontó divisé casas rojas, islas maravillosas, la entrada a los fiordos por Tromso ya en el continente europeo». Allí le recibió ya gente conocida. Un expiloto de la Fuerza Aérea Noruega.

Muy contento de estar de vuelta en Europa. «He conseguido Polo Norte, con muchas preguntas que tengo que contestarme a mí mismo, soluciones técnicas para el avión, la mejora de la autonomía del avión, tengo que ser capaz sin la ayuda de terceras personas de calentar el avión y poner el motor en marcha. Ya tengo algunas ideas y algunas modificaciones. Calentar la cúpula sería una buena solución tambien, calentar el iPad, o pelearme con los de los instrumentos para que me den una expllicación de lo que ha sucedido con ellos en el Polo».

Gordillo ya está pensando en soluciones y mejoras para atacar el Polo Sur. Los datos científico, no olvidemos que se trata de una Misión tambien científica para el estudio del calentamiento global, con la colaboración de la Universidad de Granada, recogidos hasta el momento al paso por el Amazonas, han sido ya procesados y están empezando a ser analizados con unos resultados que probablemente serán muy reveladores de la incidencia de las emisiones antropogénicas de hollín, carbón negro, en ese proceso global de calentamiento de la Tierra. Las grietas que Gordillo vió en el Polo Norte, pueden ser un síntoma de un achaque mayor o menor de lo que se especula mediante modelos, de ese efecto sobre nuestro planeta y sobre nosotros.

Miguel Angel Gordillo ya ha hecho historia. Historia en nuestros corazones, pero lo que él aún no sabe es que el Viejito Pascuero, nombre con el que se conoce a Papá Noel en el Polo Sur, tiene una residencia de Verano allí, durante el Verano Austral, que él tambien encontrará cuando se coloque sobre su vertical a lomos de su fiel RV8 ER, entre noviembre-diciembre de este año. Tiene razón el mítico Aviador español Gordillo. «Hay que soñar para ver los sueños…» Desde Aviación Digital, tambien alguna vez soñamos con poder escribir sobre el sueño de Gordillo algún día. !Y lo hemos visto. Vaya que sí…!

Eso me recuerda el soliloquio de Calderón de la Barca, el más famoso de cuantos se han escrito en el drama en nuestra lengua, cuando al final de La Vida es Sueño, Segismundo piensa en la vida y en su suerte:

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, !desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

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