El 87% de los siniestros de aviación entre 2000 y 2009 corresponden al ámbito de la Aviación General y Trabajos Aéreos, siendo la instrucción de vuelo la actividad que se lleva la peor parte. Así se desprende del estudio realizado por el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC), con el objetivo de determinar las fortalezas y debilidades en esta actividad y buscar soluciones a los altos índices de siniestralidad del sector.
La instrucción de vuelo es la actividad con mayor índice de siniestralidad, con una media de dos fallecidos por año y un total de 17 aeronaves totalmente destruidas. Según los datos oficiales de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), entre 2000 y 2009 se produjeron 155 accidentes/incidentes en operaciones de instrucción de vuelo, con un resultado de 29 fallecidos, 9 heridos graves y 256 entre leves. Los peores datos se produjeron entre 2000 y 2003, coincidiendo con una expansión del sector de la aviación, lo que hace aumentar el número de centros de formación de pilotos en España y el número de movimientos. Sin embargo, el peor año en cuanto al número de fallecidos en Instrucción corresponde a 2006, con 8 víctimas mortales.
Las causas que explican la alta siniestralidad de la instrucción están íntimamente relacionadas con los periodos de crecimiento o recesión del sector aéreo. Así, en periodos de expansión del transporte aéreo los instructores más experimentados se incorporan a las compañías aéreas, al tiempo que surgen nuevos centros de formación y aumenta el número de operaciones. Sin embargo, en épocas de recesión, como la que vive el sector desde 2007, hay menos rotación de instructores y se reduce el número de alumnos y de operaciones.
Estas circunstancias también explican la falta de prestigio profesional que tiene la instrucción entre los propios pilotos, ya que se concibe como un trabajo de transición que permite acumular horas, pero no se ve como una actividad profesional a largo plazo, en parte por las condiciones, muchas veces precarias, en las que se ejerce.
SINIESTRALIDAD POR SECTORES 2000-2009 (fuente ciaiac)
En este sentido, el estudio analiza la influencia de la experiencia de los instructores involucrados en los accidentes e incidentes, demostrando como son factores inversamente proporcionales. En este sentido, se observa una menor experiencia entre 2000 y 2004, con poco más de 1.330 horas de media, coincidiendo con la incorporación de muchos instructores con gran experiencia a compañías aéreas, mientras que a partir de 2004, la caída en la demanda de pilotos en el sector del transporte frena la salida de instructores de vuelo, de forma que la experiencia aumenta hasta las 2.050 horas de media.
En cuanto a las causas de los siniestros, se reparten entre factores técnicos y humanos, notándose un incremento de los primeros (58%) y un descenso de los segundos (42%) a partir de 2005, en parte por la antigüedad de las aeronaves y el recorte de gastos en los centros de formación.
El estudio analiza también las recomendaciones de la CIAIAC respecto a este tipo de accidentes. Hasta 2004 hay recomendaciones en todos los accidentes con víctimas y existe un seguimiento sobre los aspectos operativos que afectan a la instrucción de vuelo. Sin embargo, a partir de 2005 no ha habido más recomendaciones, a pesar de que se han producido desde entonces cinco accidentes con víctimas mortales y nueve aeronaves destruidas.
Resulta igualmente preocupante el hecho de que, según los datos obtenidos, existen muchos incidentes de carácter leve, y algunos no tan leves, cuyos reportes o notificaciones no se llevan a cabo, e incluso algunos se ocultan, perdiéndose una valiosa información que contribuiría a evitar sucesos similares.
Desde hace años el COPAC viene insistiendo en la necesidad de adoptar medidas que mejoren la seguridad operacional en todas las áreas relacionadas con los trabajos aéreos, y especialmente la instrucción de vuelo. Con este estudio quedan demostradas la falta de atención necesaria por parte de la autoridad aeronáutica y las carencias de esta actividad, que constituye la base de la aviación.