El Consejero Delegado de Iberia, Sánchez -Lozano, enviaba el pasado viernes una carta a los empleados de la compañía, en la que tras reconocer su nefasta gestión de la misma, con unas pérdidas de 263 millones en el primer semestre(1,5 millones diarios), declarando a la empresa en situación de emergencia, anticipando un Plan que a buen seguro incluirá un ERE a partir de septiembre-octubre. Es decir lo anticipado por AD.
CARTA DIRIGIDA A LOS TRABAJADORES DE IBERIA
Buenos días a todos.
Como muchos de vosotros ya conoceréis, hoy se han hecho públicos los resultados de IAG y de Iberia de primer semestre de este año, período en el que nuestra compañía ha presentado unas pérdidas operativas de 263 millones de euros, prácticamente un millón y medio de euros cada día.
En la dinámica actual de crisis, rescates, ayudas, quizás hemos perdido la noción de lo que representan un millón y medio de euros diarios en una compañía como la nuestra, pero nada más y nada menos que el salario de un 40 por ciento de la plantilla, o el combustible que compramos cada día para operar un cuarto de nuestra flota.
Estas pérdidas sitúan a nuestra empresa en una posición de verdadera emergencia, y nos obliga a todos a abordar un proceso de cambio profundo, sin más demora, para sobrevivir ahora, y para ser capaces de construir una empresa mejor, que tenga continuidad en el futuro más próximo, objetivo que todos nos hemos marcado.
En los últimos meses habéis ido viendo cómo se han tomado decisiones de recorte generalizado de gastos e inversiones, que en mayor o menor medida probablemente os han afectado, congelando hasta mejor ocasión los proyectos en curso que no tienen un impacto inmediato en mayores ingresos o menores costes y rechazando cualquier nueva inversión que no cumpla con el mismo criterio.
También se han puesto en marcha medidas generalizadas de recortes de costes, desde teléfono, viajes, hoteles, incluso se ha recortado a la mitad el plus semestral de función de aquellas personas que lo cobran. Todas estas medidas suman, pero es obvio que no son suficientes.
Como empresa afrontamos dos retos importantes. Por un lado, los propios estructurales de falta de competitividad de nuestra compañía en un entorno que ha cambiado radicalmente, y donde nuestros competidores (en corto y medio radio, en largo radio, en aeropuertos, en todas las áreas de negocio), no tienen nada que ver con los que eran hace unos años, como todos vosotros veis cada día en vuestro puesto de trabajo. Por otro lado, las consecuencias que para nuestros ingresos tiene la situación por la que atraviesa la economía de nuestro país, donde generamos nada menos que el 40 por ciento de nuestros ingresos. El paro, la crisis económica, los recortes de gasto, la falta de crédito y su encarecimiento, las quiebras de empresas, todo ello tiene su efecto directo o indirecto en nuestra capacidad de generar ingresos.
Tenemos que ser capaces de buscar alternativas de viabilidad para Iberia. En el mercado actual, en el entorno de competencia que sufrimos, y en las circunstancias de nuestro país, Iberia no puede ser la misma que ha sido estos pasados 85 años. Pero queremos que siga siendo lo que ahora representa, una empresa líder, de gran simbolismo para nuestro país, que conecta con los clientes, y que es capaz de salvaguardar su futuro. No podemos cambiar la economía de nuestro país, pero sí podemos, tenemos, que cambiar Iberia. En esta tarea estamos comprometidos, y sé que la gran mayoría de vosotros estáis de acuerdo en que no hay otro camino.
Durante estas semanas estamos ultimando un plan de acción, que profundice en todas las medidas que hemos ido tomando para darle la vuelta a la situación de pérdidas, y que daremos a conocer en próximas fechas. Plan de acción que exigirá importantes sacrificios por parte de todos nosotros, no muy distintos de los que está asumiendo en estos momentos la sociedad española, tanto individual como colectivamente. El esfuerzo necesario en el corto plazo afectará al tamaño de la compañía, a las condiciones laborales de todos los empleados y al volumen de empleo.
Muchas gracias
Rafael Sánchez-Lozano
