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abril, viernes 19, 2024

La fuerza de la razón, frente al expolio de AENA

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La llegada de los bomberos "ciclistas", que una semana antes habían partido de la T1 del aeropuerto de El Prat, a la T4 de Madrid-Barajas, ha sido el punto de inflexión de toda una semana de movilizaciones de los trabajadores ante el expolio patrimonial de los aeropuertos de España.

El movimiento Asamblea 9F, día en el que se decidieron acciones y movilizaciones de los trabajadores, será estudiado por sociólogos y politólogos con el paso del tiempo, a buen seguro. Se ha encendido una mecha que el día 28, si nada lo remedia, la firme bota del Estado, apagará, antes de que nadie diga nada al respecto. Con la honrosa excepción de los trabajadores que se han movilizado. Sin siglas, sin jerarquía alguna, "sin atributos" que analizaba Robert Musil, en su obra "El hombre sin atributos", que acabará siendo un libro de referencia para los movimientos sociales que nos rodean.

En un análisis rápido de lo que durante toda la pasada semana se ha vivido, hemos podido comprobar como la moral de los trabajadores ha ido creciendo, proporcionalmente, según los días transcurrían. El primero un incalificable "forcejeo" dialéctico con las fuerzas de seguridad del aeropuerto. Presión sin el respaldo legal debido a los ciudadanos, que afortunadamente no se ha consumado. La pancarta contra la privatización estuvo durante algunas horas arriada, y volvió a ser izada, cuando los trabajadores tomaron conciencia de la absoluta legalidad que implicaba su derecho a la libertad de expresión, reunión, etc… Resulta inconcebible que los delegados de la fuerza pública, no exhibiera en ningún momento orden escrita alguna de desalojo, y pretendieran dialectica y verbalmente, desalojar a unos ciudadanos en el ejercicio de derechos básicos constitucionales elementales.

En este momento había sido crucial la presencia de los medios de comunicación, dando fé de lo que allí sucedía. El Estado, haciendo un uso más que impropio de los medios que los ciudadanos ponemos en sus manos, la policía, estaba intentando evitar el ejercicio de, repito, derechos fundamentales de los propios ciudadanos, en un espacio público, sin alteración alguna del orden, creyendo que no había testigos imparciales de semejante despropósito oficial. Pero allí estaba AD para informar.

Lo que los trabajadores de la "Asamblea 9F", querían denunciar, evitar y parar-si eso aún es posible-, es lo que al final de esta semana inevitablemente veremos reflejado en el BOE. Pero, el punto de inflexión, ha estado en la llegada de los bomberos el pasado sábado, llevando la moral de los allí concentrados al punto de creer de nuevo en que la realidad, puede ser modificada por el esfuerzo de los ciudadanos, en la defensa de lo que creen justo.

El día grande para la moral de la "tropa", fué el sábado. Se cortó el vial de acceso de salidas del aeropuerto más importante de España, Madrid-Barajas. Durante casí 30 minutos de reloj. La policía dejó ejercer el derecho de expresión, reunión e incluso, el de manifestación, sin intervenir de forma alguna. Dado que no es posible retratar los rostros de los agentes, por lógicos motivos de seguridad-que no discutiremos nunca-, no pudimos reflejar graficamente, la sonrisa de los agentes antidisturbios que observaban de cerca, cuando los allí concentrados gritaban con la euforia propia de un momento grande "!La policía,…, es amiga mía". Los bomberos aeroportuarios eran conscientes de haber tocado la fibra de los responsables del orden. Eso, subconscientemente, hizo que ganaran algunos minutos más. La única presión que ejercieron los agentes, fué, cuando consideraron que el tiempo había terminado, comenzar a proteger con rejas metálicas sus vehículos y exhibir sus cascos reglamentarios. Cascos oscuros, frente a los mayoritarios blancos de los bomberos aeroportuarios.

Los bomberos aeroportuarios de Barcelona, Logroño, Burgos, etc…, llegan a la T4 de Madrid Barajas

(19 de febrero de 2011)

De allí a reunir casi otro millar de firmas, que los bomberos "ciclistas" de Barcelona, traían en sus alforjas.

Todo esto ha sucedido, sin practicamente testigos de los hechos, lo que se denomina "testigos mediáticos", con honrosas excepciones(Telemadrid), a partir del día 3 de la "aeroacampada". Los sindicatos oficialistas, no han aparecido en escena en ningún momento, pese a que teoricamente tienen la misma posición que sus compañeros asamblearios sobre la segregación privatizadora de su empresa pública. El día 26 han llamado a la movilización de todos los trabajadores en una manifestación. Pese a que durante años han reivindicado la condición pública de empresas de todo tipo. Hoy en todos los casos, vemos como se tratan de servicios públicos privatizados. Telefónica, Correos, etc, etc… Al final, pese a una oposición teórica, no se consiguió parar el despropósito. Por cierto, todas estas empresas, hoy en día están generando píngües beneficios. Luego fué pan para hoy, y hambre para el mañana que es el que vivimos.

AENA, es la última joya de la corona de las empresas públicas. Funciona razonablemente bien, gracias entre otras cosas y fundamentalmente por su capital humano, y esto si que es tremendo. Incluso y a pesar de una nefasta gestión de sus responsables-deuda de al menos 12.000 millones de euros-, pasará en un par de años ( si no antes), de los números rojos a los verdes. Esto es lo que oficialmente se calcula que sucederá.

El anterior párrafo hace aún más incomprensible la falta de movilización de los trabajadores en masa, pero hace ver con una claridad total, que extraños intereses económicos estarían detrás de toda la operación, contaminando a la casta política, que salvo in extremis y en el último momento, demagogicamente ha indicado, en el caso del partido de la ¿oposición?, el Partido Popular, que "se va a vender por un plato de lentejas". No ha existido debate parlamentario serio al respecto, pero peor aún es que los medios-en general- no han seguido el poco esbozo de discusión parlamentaria al respecto que ha habido.

Una operación que algunos estiman en unos 80.000 millones de euros, que no haya tenido repercusión mediática alguna, ni parlamentaria, hace sospechar que algún tipo de consigna, ha debido haber en algún lugar de esta piel de toro, privada ya a partir del día 28. Tampoco en tertulias, debates televisivos, etc… se ha visto que el público general tuviera la posibilidad de informarse al respecto.

Esta semana será decisiva. Hay una nueva conciencia que ha brotado en los que el pasado sábado estuvieron en la T4 para recibir a los bomberos aeroportuarios. En estos días, puede que el debate se plantee, y que podamos comenzar a oir la postura de los que están en contra de todo este enorme dislate económico. Hoy suenan algunas informaciones, en el sentido de que el Banco de España, ya advirtió de las malas prácticas que los bancos y cajas de ahorro, llevaban a cabo entorno al 2006, respecto a los préstamos, que estaban creando las "spanish´s suprime" que han desembocado en esta enorme crisis que tenemos encima. Casualmente, algunos de los protagonistas que nos han llevado a la situación actual, empresas del ladrillo a la cabeza, como herramienta necesaria, van a desembarcar ahora que todo el apoyo oficial, de los partidos, de los sindicatos oficiales, y, como no, de la banca en pleno, en una operación de envergadura.

Finalmente, tambien se ha echado en falta, pese a que "la unidad de los trabajadores debe estar por encima de todo", según nos indican ellos mismos, a los sindicatos azules, profesionales, fundamentalmente de la Navegación Aérea del Ente Público. Algunos de los ahora asamblearios (CGT y ASOBOPA), se mostraron firmemente contrarios al expolio de los derechos fundamentales de los controladores aéreos tras el famoso decretazo de hace ya un año. Ahora esos trabajadores, sin siglas, por el bien común como única consigna, aún no han recibido apoyo alguno, ni a título particular, de sus compañeros de empresa. Todos saben la situación en la que se encuentran en estos momentos, con un arbitraje de por medio, en el que teoricamente no han querido interferir. Todos saben que mediaticamente han desaparecido para que Pimentel pueda trabajar con asepsia el laudo. Pero el retrato que ahora se hace en la mesa de firmas es a título particular, por lo que no se justifica la falta de apoyo del colectivo de trabajadores de Navegación Aérea, ante el expolio de su empresa. Los trabajadores acampados en la T4, apoyaron la denuncia al acoso al colectivo de controladores, puesto que preveían que los próximos serían ellos. Se retrataron contundentemente por encima de siglas e imágenes estereotipadas de los trabajadores a los que acusaban de privilegios. Ahora, los otros eslabones de la seguridad aérea, técnicos de operaciones, señaleros o bomberos aeroportuarios, siguen luchando por el objetivo común, un servicio público de calidad que garantice la seguridad y la safety. Es el momento de retratarse como trabajadores y no cómo colectivo endogámico…

Tras la "operación AENA", ya no quedará donde rascar. ¿A quién privatizarán o qué expoliarán entonces?…

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