A partir del 6 de febrero se conocerá si las firmas españolas Ferrovial o el consorcio integrado por OHL y Aena Aeropuertos Internacional han ganado la adjudicación para el proyecto de privatizar alguno de los tres aeropuertos internacionales de Brasil: Brasilia, situado en el Distrito Federal o el de Campinas y Guarulhos, que se encuentran en el Estado de São Paulo. Esta operación puede suponer un importe de 2.300 millones de euros, al que se sumará la inversión necesaria para mejorar y ampliar los aeródromos, según informaron fuentes del sector a Europa Press.
Los contratos contemplan la ampliación y posterior explotación de estos aeródromos durante un plazo de entre 20 y 30 años. OHL y Aena, ya han confirmado oficialmente que presentarán una propuesta para optar por estos aeródromos, mientras que Ferrovial evalúa aún la posibilidad de finalmente concurrir al concurso. Los oferentes podrán presentar oferta por los tres aeropuertos, pero sólo podrán adjudicarse uno, según las condiciones de la subasta fijadas por la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Brasil.
Con esta operación, el Gobierno brasileño busca recaudar fondos y, además, adecuar sus aeródromos para un aumento de demanda. Brasil es el país que acogerá el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. La privatización de estos aeropuertos tiene lugar semanas después de que el Gobierno español anulara la de los dos mayores aeródromos españoles, el de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, con el fin de revisar el modelo aeroportuario.
En caso de hacerse con los aeropuertos que privatiza Brasil, Aena reforzaría su internacionalización. Según un comunicado del operador público, éste ya gestiona actualmente directa o indirectamente 27 aeródromos en todo el mundo, además de la red española. De igual forma, OHL reforzaría tanto su negocio de concesiones como la presencia con que ya cuenta Brasil. De su lado, Ferrovial extendería a Latinoamérica su negocio de gestión de aeropuertos, actualmente centrado en Reino Unido.