Madrid, SP.- Los profesionales de los servicios aéreos de ambulancia, vigilancia aduanera, lucha contra incendios forestales o Salvamento Marítimo alertan a la administración del grave peligro de colapso que corren estos servicios de emergencia vitales para la ciudadanía. Todo ello después que la multinacional británica Babcock, la mayor concesionaria de servicios de emergencia aérea en España, haya anunciado cuantiosas rebajas salariales y un empeoramiento general de las condiciones laborales.
El Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos (SLTA) denuncia la situación crítica a la que se ven abocadas estas operaciones debido a la posible paralización de los servicios, hecho que puede consumarse si las administraciones no toman medidas urgentes y median en el conflicto.
Por una parte, la posibilidad de una convocatoria de huelga parece cada día más plausible, a la vez que un gran número de trabajadores ha manifestado su intención de renunciar a su puesto en busca de otros destinos mejor remunerados y valorados. No hay que perder de vista que todos los servicios que presta Babcock MCS son servicios públicos externalizados y es por ello que la administración es subsidiariamente responsable de su buen funcionamiento.
Debido a la ausencia de trabajadores cualificados, estas operaciones esenciales para el Estado, las Comunidades Autónomas y, evidentemente, para el ciudadano, pueden quedar inoperativas por falta de personal.
Riesgo para la seguridad
El riesgo es doble, ya que la seguridad de las operaciones puede verse gravemente afectada. Realizar misiones de emergencia con aviones o helicópteros necesita de una gran concentración debido a la peligrosidad de las mismas.
Un estudio realizado por el SLTA (ver en Dropbox) arrojó cifras escandalosas de mortalidad para estos profesionales, muy por encima incluso de otros sectores tradicionalmente considerados de gran riesgo como puede ser la minería. Además, está demostrado que ambientes laborales con alta carga de estrés han influido en numerosos accidentes aéreos a lo largo de la historia, por lo que no parece demasiado sensato mantener a estos profesionales pensando en la posibilidad de no ser capaces de pagar sus facturas a final de mes.
No hace falta recordar en qué circunstancias laborales se encontraba la compañía Spanair cuando sucedió el trágico accidente de Barajas. Lo mismo se puede decir del accidente aéreo más mortífero
de la última década en Estados Unidos, el Colgan Air 3407. La tripulación sufría un ritmo de trabajo extenuante y cobraba un sueldo que les impedía incluso poderse costear una habitación de hotel. La agencia de investigación de accidentes norteamericana consideró la fatiga como un factor determinante en el desenlace del accidente.
Profesiones de altísima cualificación y preparación
La alta especialización que poseen estos profesionales hace que sean difícilmente reemplazables, menos aún en un breve espacio de tiempo. Estamos hablando de técnicos de mantenimiento, pilotos, nadadores de rescate, operadores de grúa de rescate, operadores de médicos tecnológicos, médicos y enfermeros que cada día atienden decenas de emergencias a las que son llamados, además de ingenieros, y personal de estructura y administrativo.
El coste inicial que asume un piloto de helicóptero para formarse supera los 100.000 euros, hecho que en muchísimos casos implica un crédito o una hipoteca; la excelencia física y la dureza del trabajo que hacen los rescatadores de Salvamento Marítimo están al alcance de muy pocas personas; formarse como técnico de mantenimiento implica muchas veces hasta 10 años de formación y experiencia antes de estar cualificado para firmar una revisión.
La precarización del sector en cifras y responsabilidad de la administración
A pesar de tener el sueldo congelado desde hace más de una década y un convenio de sector obsoleto y bloqueado por la patronal, el cual fija unas cifras de salarios ridículas -incluso por debajo del SMI-, la empresa Babcock MCS pretende reducir los salarios una media de un 13%, llegando en algunos casos hasta el 30%, cifra del todo desmedida y no ajustada a la realidad.
No hay que olvidar tampoco la gran parte de responsabilidad que tienen las distintas administraciones en esta situación, ya que a la hora de adjudicarse los contratos públicos con el estado, se prioriza el precio final sobre otras cuestiones como la calidad del servicio, destinando cada año que pasa menos presupuestos a los servicios de emergencias.
Mala gestión
En el caso de que efectivamente se demostrase la pérdida de ingresos que alude la mercantil, el SLTA considera que en ningún momento se puede apuntar a los trabajadores como culpables de este escenario. Y menos aún pretender repercutir en los salarios lo que a nuestro entender es simple y desgraciadamente una muy mala gestión.
Que problema hay, antes estos servicios los prestaban funcionarios (policía, Guardia Civil y Militares), más baratos y eficaces, incluso ahora siguen complementando el servicio de forma subsidiaria
Tiene razón Roberto. Si continúan los problemas debidos a una pésima gestión por parte de la dirección en España, a la que lo único que le preocupa es su propio beneficio ( esto me recuerda a algún político okupa) La división española de Babcock dejará de pertenecer a la matriz inglesa antes de …… dos años?y y pasará a ser helicópteros del sur quizás?
Tiempo al tiempo
Los ingleses nunca fueron gilipollas, está gente se está viendo venir un descontrol de la administración después de las elecciones, los socialistas con podemitas van a espantar a las empresas y multinacionales, y está gente se piran, ojo!!