Wichita-KS. USA. Spirit AeroSystems y su principal cliente, Boeing, han alcanzado un nuevo acuerdo a largo plazo para una amplia gama de programas de aeronaves comerciales, según anunció dicho proveedor de aeroestructuras el 29 de diciembre del recién finalizado año. Spirit no dio a conocer los términos financieros, pero dijo que han quedado establecidos los precios para el Boeing Next Generation 737, 737 Max, 767, 777 carguero, 787 Dreamliner y el 777-9, la primera generación del nuevo 777X de Boeing.
Específicamente, el acuerdo aborda las inversiones para herramientas y estipula un aumento de capital para determinado margen de mejora para el 737. Los precios se basan en tasas de producción, basada en la tasa actual de 52 737 al mes. Además, el acuerdo prevé la liberación de responsabilidad y reclamaciones de ambas compañías en caso de «actividades de anormales» del 737. A principios de este año, Spirit se retrasó en la producción de fuselajes de 737, pero desde entonces, ya se ha puesto al día.
«Este acuerdo fortalece aún más la asociación a la larga entre Boeing y Spirit, ya que elimina la incertidumbre en la próxima década», dijo el presidente y CEO de Spirit, Tom Gentile. El programa 737 representó el 49 por ciento de los 7 mil millones de dólares de ingresos netos de Spirit en 2017.
Spirit dijo que el acuerdo, que se espera que quede finalizado por completo el 31 de enero, también incluya el consentimiento de Boeing para la adquisición del proveedor hermano belga, Asco Industries, parte de Spirit, anunciado en mayo de 2018. En octubre de 2018, Spirit dijo el acuerdo con Asco se pospuso tras una revisión de la Comisión Europea alegando «problemas que requieren abordarse».
Por último, el acuerdo incluye programas conjuntos de reducción de costes para el nuevo 777X de Boeing y el 787. «Con el nuevo acuerdo, esperamos que mejoren los precios en el programa 787», dijo Gentile.
Una portavoz de Spirit dijo que el nuevo acuerdo complementa el acuerdo de la compañía en septiembre de 2017 con Boeing. Ese acuerdo, que tardó varios años en alcanzarse y resolvió todas las cuestiones hasta el año 2022 relacionados con la producción de Boeing, incluidos el Max y 787. Ella dijo que el nuevo acuerdo aborda diferentes elementos y extiende el período de validez para algunos programas.