Aviación Digital, Sp. – El pasado viernes, según el Ministerio de Defensa rumano, Rusia interceptó una aeronave L410 TURBOLET polaca mientras sobrevolaba el Mar Negro gracias a uno de sus aviones de combate Sukhoi Su-35. Los pilotos polacos perdieron durante unos momentos el control de la aeronave, pero ninguno resultó herido.
La aeronave polaca se encontraba realizando una misión de patrulla rutinaria coordinada por Frontex sobre espacio aéreo internacional, en conjunto con Rumanía. La pérdida de control de la L410 fue debida a, según el ministerio rumano, a «las maniobras agresivas y peligrosas realizadas repetidamente por el avión de combate de la Federación Rusa en las proximidades de la aeronave polaca», las cuales «generaron un alto nivel de turbulencias y causaron grandes dificultades para controlar la aeronave polaca».
Además, Varsovia comentó que antes de estas maniobras no hubo previo aviso por radio por parte del caza ruso, el cual «se acercó tres veces al avión de la guardia fronteriza sin guardar la distancia de seguridad requerida». Añadió que el avión ruso voló justo delante del morro del aparato y se cruzó en su trayectoria a una distancia de «unos cinco metros».
Como consecuencia del incidente, dos aviones de combate de la Fuerza Aérea Rumana y dos de la Fuerza Aérea Española designados para misiones de Policía Aérea fueron prealertados por el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN en Torrejón, España. Aunque los cuatro aviones estaban preparados para tomar cartas en el asunto en cualquier momento, su intervención no fue necesaria.