Madrid, SP, 9 de noviembre de 2013.- Sr. Expresidente de Iberia: Ayer conocimos su cese como presidente no ejecutivo de Iberia, un hecho que casi íbamos a decir que nos ha colmado de alegría y felicidad, pero no. Para eso todavía falta un poco. En el mismo comunicado, nos hemos enterado de que Vd. ha sido cesado de su no cargo en Iberia (ya que Vd. carecía de funciones ejecutivas, no procede llamarlo cargo) para «concentrarse» en la presidencia no ejecutiva de IAG, otro no cargo que Vd. ya simultaneaba con el ornamental en Iberia.
Esos no cargos que Vd. ostenta en IAG están siendo retribuidos, no obstante, con 645.000 euros anuales, por lo que teniendo en cuenta que Vd. carece de funciones ejecutivas, es obvio que Vd. adolece de una base de costes no competitiva.
A su base de costes inasumible para una empresa en la situación en la que se halla Iberia, habría que sumar el coste de su indemnización por despido, que ascendería nada más y menos que a 2.800.000 euros, en el caso de que Vd. fuera despedido – fuera cual fuera la causa – como presidente no ejecutivo de IAG.
El diccionario define la palabra «cargo» como «Dignidad, empleo u oficio» u «Obligación de hacer algo». Se nos antoja difícil de justificar un cargo sin funciones específicas, como es el suyo, pero lo que resulta insostenible de todo punto es que Vd. perciba esas retribuciones, absolutamente fuera de mercado para alguien que carece de «empleo u oficio», como es el caso.
Sr. Vázquez, debería Vd. dar ejemplo. En vísperas de la presentación a los inversores, el próximo 15 de noviembre, del tercer plan estratégico para Iberia que Vd. no presenta en cuatro años, podría aprovechar la ocasión para hacerle un gran favor a esta empresa: anunciar que, dada la situación que atraviesa Iberia, Vd. renuncia a los emolumentos de su no cargo en IAG y, por supuesto, a su indemnización por despido, cuando este finalmente se produzca.
Si le inquieta a Vd. quedarse huérfano de improviso de sus no funciones, o está Vd. preocupado por la primera acepción de su no cargo (la «dignidad»), podría anunciar que está dispuesto a seguir no ejerciéndolas al estilo de un cónsul honorario: sin cobrar. Vaya en descargo de los cónsules honorarios que ellos, dormidos, trabajan más que Vd.
Desde que Vd. asumió la presidencia no ejecutiva de Iberia, hemos visto cómo nuestra compañía ha pasado de presentar año tras año de beneficios a arrojar pérdidas cercanas a los 1.000 millones de euros en su no mandato. No queremos ni imaginarnos qué habría sucedido si hubiera Vd. ostentado cargos ejecutivos. Además, Vd. nos trajo, o dejó que le impusieran, al peor consejero delegado de la historia de Iberia. Deje Vd. de hacer daño a Iberia, ahora desde su no cargo en IAG. Por favor, no se «concentre» Vd. en nada. Si quiere colmarnos de felicidad, váyase del todo, Sr. Vázquez, antes de que sea demasiado tarde.
Reciba Vd. un no saludo sin nada de afecto.
SECCIÓN SINDICAL DE VUELO DE CTA