Esta historia seguro que les suena. Habla de aerolíneas que venden motos. De tarifas de 15 euros que tras aplicarle el descuento de residente y un generoso listado de recargos acaban convertidas en facturas de 45 euros. Porque en el tránsito de la letra a la música se ganan muchas notas. Muchos euros. (DiariodeIbiza)