Las Palmas de Gran Canaria, SP, 16 de junio de 2016.– El Teniente del Ejército del Aire del Reino de España, Juan José Company Cros, es piloto de vuelo acrobático y comandante del Servicio de Búsqueda y Rescate, SAR, e instructor. Su afición por las disciplinas con más riesgo en el mundo del deporte aéreo, se complementan perfectamente con su afición por el mar… Quizás por eso ha hecho gala de en estos días del aplomo necesario para denunciar algo que es ya un clamor, especialmente después del accidente el pasado martes en Casablanca (Marruecos) de otro helicóptero del SAR en el que trabaja habitualmente. La flota SAR estadísticamente amenaza a nuestros pilotos. Su condición de militar no le ha impedido hacer honor a ese oficio, y con el sacrificio de poner en juego su carrera en el Ejército del Aire, ha antepuesto aquello del VALOR por encima de sus particulares y legítimos intereses profesionales, al públicamente denunciar el estado de la flota de los helicópteros, como exactamente señala el himno del Ejército del Aire español: » jamás bajaremos desde nuestro sueño a una España sin gloria y sin luz…».
Company sabe positivamente que para alcanzar la gloria como militar, es decir ser un hombre de honor, ha tenido que intentar que la luz se haga sobre la oscuridad de lo que está sucediendo. Ha perdido 7 compañeros en los últimos dos años, apunto estuvo el pasado martes de perder otros 6 … Company ha dado un paso al frente contra la oscuridad, la opacidad, pero sobre todo… ha demostrado lo que es ser valiente, algo que se supone como virtud al militar, y que engrandece al piloto que además es y sabe lo que significa ser Aviador. «¿Cuánto tiempo vamos a alargar esta situación?», se preguntaba en las RRSS. y añadía «BASTA!!! Renovación del SAR urgente!!!» El silencio en Aviación es cómplice de la inseguridad. El silencio en el Ejército del Aire es simplemente traición, cobarde traición a los compañeros que ya no están, cobarde traición a los principios del propio Ejército, cobarde traición a España en el fondo. Esa España a la que se defiende vistiendo el uniforme. La seguridad de nuestros pilotos y tripulaciones militares tiene exactamente el mismo valor que la de nuestros pilotos y tripulaciones civiles. Esa es la cuestión. La enorme diferencia es que ellos ni tan siquiera tienen el «derecho» a denunciar situaciones como estas. Hay un pacto silencioso que les atenaza por su condición militar. Una mal entendida obediencia debida. Hay límites, y éste límite parece que se ha sobrepasado en el caso que nos ocupa.
En el artículo de El Mundo hoy «Un piloto militar denuncia el estado de los helicópteros: «»Están hechos un cristo»» el valiente testimonio hace honor a su uniforme. Oficialmente se informaba a EFE que se había tratado de un «incidente menor». Company reconoce que él mismo ha sufrido toda una serie de incidentes graves en los últimos años. Que este reconocimiento lo haga en primera persona, es un síntoma de una clara tendencia hacia el desastre. Esta clara tendencia al desastre lejos de haber sido mitigada, se ha materializado en auténticos y trágicos desastres.
Por su parte La Opinión señalaba que «Defensa investiga el vuelco de un helicóptero Puma de camino a las Islas» La investigación abierta por la CITAAM, Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares, evidentemente no será transparente puesto que está viciada por el carácter Reservado de sus Informes. Lo que en fuentes militares se considera un «incidente», al producirse daños en la aeronave, es realmente un «accidente», con vuelco incluido.
El Puma es una versión anterior a los dos Super Pumas accidentados en marzo de 2014 y octubre de 2015. 4 y 3 fallecidos respectivamente. Morenés ha negado repetidamente que como señala Sebastián Ruíz, padre de uno de los fallecidos en el accidente de 2014, «los militares están volando en chatarras…». Hoy el Teniente Company reafirma las palabras del padre de Sebastián Ruíz Galván con su testimonio. El Ministro queda evidentemente cuestionado por un piloto y comandante al mando de estos helicópteros.
Mientras Defensa descarta un plan específico de revisiones, una temeridad hacerlo en lugar de callarse haciéndolo, y teniendo en cuenta las recientes Directivas de EASA tras el accidente de Noruega, que por cierto ¡paralizó la flota civil!, señalar que «están en perfecto estado…» para añadir «otra cosa es que sucedan accidentes…» e indicando que franceses e ingleses los tienen en activo, en lugar de directamente atreverse a indicar que están en perfectas condiciones y que los recortes sufridos por el Ejército en los pasados años de crisis no han en absoluto menoscabado la calidad de los mantenimientos en dicho período, como parece que se sospecha últimamente de una manera más que insistente. La cuestión, como de costumbre, es de confianza en el Sistema, en este caso en la CITAAM o no… Y la confianza sólo se gana con Verdad, y nada más que Verdad… Tras el testimonio del Teniente parece deducirse que estadísticamente alguien puede estar mintiendo o al menos ocultando una importante parte de la Verdad.