Teruel, SP, 26 de febrero de 2013.- Se trató de un problema mecánico y "se descarta negligencia criminal". Es la conclusión a la que llega el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Teruel al cargo de la investigación del accidente de un Bell 407 operado por INAER, ocurrido en marzo de 2011 y que se saldó con la muerte de seis de los siete ocupantes: el piloto, un técnico de la naturaleza del gobierno de Aragón y cuatro brigadistas.
En el auto provisional de sobreseimiento, al que todavía cabe recurso, el magistrado utiliza como base de su decisión los datos revelados por la Declaración Provisional de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) que sitúa la causa en un fallo del sistema hidráulico, concretamente en un actuador.
La resolución del juez ha sorprendido e indignado a los familiares de las víctimas al no estar publicado todavía el Informe Final de la CIAIAC. Esto significa que aún no se ha definido una causa clara del siniestro y que falta descartar otras hipótesis como un fallo de mantenimiento, una mala definición por parte de INAER de los procedimientos a seguir en caso de un fallo hidráulico o bien un mal diseño del aparato o del actuador.
De hecho, incluso el propio juez constata en el auto que había un actuador defectuoso que no se había instalado correctamente. Éste "se encontraba totalmente extendido sin poder modificar su posición, presentando un ajuste del mecanismo intermedio inadecuado para su correcto funcionamiento. Las pruebas realizadas en laboratorio confirmaron que ese inadecuado ajuste fue progresando hasta impedir la funcionalidad del actuador."
El accidente del Bell 407 que trabajaba para el departamento de Medio Ambiente aragonés se produjo alrededor de las 13.30 horas del 19 de marzo de 2011, en las inmediaciones de Villastar. El aparato se dirigía con sus siete ocupantes, miembros de la Brigada Helitransportada con base en Alcorisa, a un incendio declarado aquella misma mañana entre las localidades de Villel y Cascante del Río, 30 kilómetros al sur de Teruel.
El único superviviente del accidente, un brigadista, recibió el alta médica hace tan sólo un mes, el pasado 24 de enero.