Aviación Digital, Sp.- El LIV Nacional de Vuelo sin Motor en Santa Cilia ha dejado una huella indeleble en el mundo del vuelo a vela al superar todas las expectativas. A pesar de las condiciones meteorológicas desafiantes que caracterizan esta disciplina, el evento ha sido un triunfo rotundo, una semana llena de pruebas emocionantes y desafiantes.
La joya de la corona del evento fue una prueba épica que abarcó más de 500 kilómetros, con un punto de giro en la pintoresca ciudad de Andorra la Vella, y trayectos que llevaron a los pilotos al hermoso valle de Benasque en días posteriores. Además, se establecieron puntos de giro en diversas áreas, como las imponentes sierras exteriores de Guara y Riglos, así como en el pintoresco valle de Roncal hacia el oeste.
55,000 kilómetros recorridos en 1,020 horas de vuelo a lo largo de 320 vuelos con los planeadores
Un momento estelar fue el rendimiento asombroso del piloto alemán Joachim Krais, quien logró una hazaña impresionante al cubrir más de 300 kilómetros a una velocidad promedio de 189 km/h. Este logro cobra un matiz especial al considerar que estos vuelos se llevaron a cabo en planeadores, vehículos desprovistos de propulsión mecánica y emisiones, lo que resalta la conexión profunda entre el vuelo sin motor y la preservación ambiental.
Las cifras que rodean al campeonato son simplemente impresionantes: alrededor de 55,000 kilómetros recorridos en 1,020 horas de vuelo a lo largo de 320 vuelos, todo en una semana de competición intensa. Durante este tiempo, el Aeródromo de Santa Cilia no solo fue el epicentro de la competición de vuelo sin motor, sino que también recibió con gracia a ultraligeros, aviones ligeros e incluso aeronaves ejecutivas. Estas estadísticas eclipsan incluso a las de algunos aeropuertos convencionales.
Más de 80.000 euros el impacto económico en la zona
En términos socioeconómicos, el impacto del campeonato fue notable. Cerca de cien personas, incluidos participantes, familiares, personal técnico y organizadores, contribuyeron al dinamismo del evento. Si tomamos un gasto promedio de 100 euros por persona al día, el retorno económico estimado para la región circundante asciende a más de 80,000 euros.
La tradición del vuelo sin motor en la provincia de Huesca es casi centenaria, con un legado que abarca casi 90 años. La provincia ha sido testigo de hitos notables en esta disciplina, como el récord mundial de permanencia establecido por Luis Vicente Juez en 1945 o el vuelo de Miguel Ara hasta el aeropuerto de Barajas en 1958.
Aeroclub Nimbus
El Aeroclub Nimbus, organizador de la edición actual del Campeonato de España, se acerca a su medio siglo de existencia y ha sido un actor central en la actividad aeronáutica del Aeródromo de Santa Cilia. En años recientes, el Aeroclub ha trabajado incansablemente para promover esta actividad entre los jóvenes, ofreciendo cursos de verano intensivos que permiten a pilotos jóvenes, a partir de los 14 años, volar en solitario en planeadores con total seguridad en tan solo un mes de entrenamiento.
El LIV Nacional de Vuelo sin Motor en Santa Cilia no solo ha demostrado el coraje y la destreza de los pilotos, sino que también ha resaltado la profunda conexión entre la pasión por el vuelo y la responsabilidad ambiental. Este evento ilustra la rica historia y el futuro prometedor de la disciplina en la provincia de Huesca y más allá. El vuelo sin motor no solo alcanza alturas, sino que también inspira y une a la comunidad en torno a valores de aventura y sostenibilidad.